“Nos sigue faltando profundidad. No podemos ganar porque no hacemos goles. El resto lo hacemos bien. Nos falta quebrar a las defensas rivales”, argumentó Diego Cocca tras el pálido empate sin goles cosechó Central en el estadio 15 de Abril el último viernes ante el flojito Unión.
Lo cierto es que al Canalla le cuesta horrores generar juego y mucho más acercarse con peligro al área rival. Con semejantes dificultades no sorprende que lleve cinco empates de manera consecutiva. Es más: hasta podría considerarse afortunado de no haber perdido dos o tres de ellos y de contar en el arco con un cada vez más seguro Jeremías Ledesma, quizá el único jugador que de momento se viene salvando del aplazo.
Si hasta en las dos veces que logró ganar (2-1 ante Atlético en Tucumán y 1-0 frente a Talleres) lo hizo con lo justo. Claro que en esas dos primeras fechas contó con un inspirado Maxi Lovera, a quien hicieron plata en la primera de cambio y Cocca sigue sin poder encontrarle reemplazante.
Sin aceleración ni cambio de ritmo en ningún sector de la cancha, el Canalla se convirtió en un equipo tan previsible al que se hace doloroso (y aburrido) verlo jugar. Tiene la pelota, sí, pero la maneja con una parsimonia exasperante y casi nunca desequilibra.
No hay sorpresa ni explosión y no encuentra nadie que pise un poco el acelerador. Y contra el Tatengue lo volvió a demostrar. Lo único que se le ocurrió a Central fue ir siempre por derecha por el lado de Ciro Rius (quien sigue involucionando) para que el ex Defensa llegue al fondo y saque el centro. No funcionó. ¿Y Zabala? Bien gracias.
¿Será Néstor Ortigoza el as en la manga que le queda al entrenador para darle juego al equipo? Parece difícil. El Gordo lleva largo tiempo borrado y actualmente no se encuentra dentro de la consideración de Cocca, con quien encima mantiene una tensa relación desde hace tiempo.
El ex volante de San Lorenzo ni siquiera estuvo en Santa Fe debido a una tendinopatía leve en el talón de Aquiles derecho y en los próximos días se sabrá si estará disponible para el próximo desafío del Canalla, nada menos que el Racing del Chacho Coudet, vigente campeón de esta Superliga tan cuesta arriba que viene protagonizando Central.