Central está haciendo una Copa de la Liga para el olvido y cosechó una nueva desazón ante un rival muy humilde como Gimnasia. Esta vez fue derrota 2-1 en otra salida en falso fuera de Arroyito, donde lleva 12 sin alegrías. Si bien estuvo en partido hasta el final gracias al bueno de Campaz, el equipo de Miguel Ángel Russo jugó mal y volvió a perder. Al Canalla le volvieron a faltar respuestas futbolísticas dentro y fuera de la cancha, ya que solamente el cuerpo técnico realizó dos modificaciones, una de ellas por obligación.
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Encima la caída esta vez fue en la previa al Clásico y es por esto que genera un montón de interrogantes de cara al partido más importante del año. En su haber tiene nada más que 5 puntos de 18 posibles, un saldo muy pobre que, de no mejorar, le impedirá de manera muy temprana olvidarse de finalizar entre los primeros cuatro. Además, con semejante performance en cuanto a puntos sin duda le impedirá jugar la Sudamericana del año que viene.
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Para enfrentar al Lobo, Russo decidió adelantar a Coyote Rodríguez e incluir desde el arranque a Sández. Pero el paraguayo jugó como interno en esa línea de cuatro que ubicó el DT por encima de Toledo. Más allá de la modificación que significó también cambio de esquema (4-1-4-1) Central no hizo bien las cosas.
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La primera parte fue somnífera. Así y todo hubo dos goles, uno por lado. Y fue el Canalla quien se puso arriba en la primera que llegó gracias a la combinación Campaz-Cervera. Pero sobre el final de la etapa Tarragona sacó un remate potente y dejó sin chances a Fatura. Además de estas dos jugadas puntuales hubo una de Domínguez que exigió una gran respuesta de Broun.
En cuanto al juego, los dos se encargaron de hacer un mal espectáculo. El paraguayo Rodríguez estuvo perdido en la nueva posición, Giaccone (salió lesionado antes del final) no generó casi nada por su sector y todo quedó en manos de Campaz, como viene ocurriendo desde hace rato. Sí fue una buena noticia el gol del ex Aldosivi, ya que seguramente será el delantero en el Clásico ante Newell’s y llegará con el ánimo arriba.
Luego del descanso y a poco de haber empezado, Toledo la tocó con la mano en el área y el juez cobró penal para el Lobo, que Tarragona cambió por gol (tercero que le cobran en contra en lo que va de la Copa de la Liga). A Central no le quedó otra que ir en busca de la igualdad, pero el colombiano estuvo muy solo en esa misión.
Lo que llamó la atención fue la escasa respuesta del cuerpo técnico para tratar de cambiar lo que estaba ocurriendo. Tal es así que solamente hicieron dos cambios y uno de ellos fue obligado. Y encima la única modificación táctica fue nombre por nombre. Russo no hizo más variantes y eso es todo un síntoma de cómo es el presente del equipo. Sobre el final pudo llegar el empate por un tiro de Lovera, pero la pelota se fue cerca.
Central continúa involucionando. Tiene a Campaz como única herramienta para generar pero él solo no puede. Otra vez perdió, jugó mal y lo hizo justo en la previa del Clásico, el cual siempre es un partido pero que afrontará de la peor manera: con falta de resultados y, tal vez, sumando un lesionado más por Giaccone.
