Fiel al estilo que profesa, el Central de Eduardo Coudet fue a cancha de Newell’s a buscar el partido. Y lo encontró. Aunque lo hizo mostrando dos caras diferentes. Una ambiciosa, la del primer tiempo, cuando se plantó a jugar en campo ajeno. La otra, mucho más austera, la del segundo, cuando apostó por tratar de sacar provecho del error rival.
Eso sí, las dos fórmulas tuvieron como respaldo la prolija labor del doble cinco. La dupla que componen Damián Musto y Nery Domínguez en el medio del campo sigue siendo vital para apuntalar cualquier idea futbolística de este equipo que dirige el Chacho.
En el primer tiempo, Central se paró con un 4-2-3-1, el esquema base que viene utilizando Coudet. Desde esa formación, el Canalla tuvo capacidad para presionar con eficiencia cada vez que se lo propuso. Dominó con claridad los primeros 30 minutos, y controló al rival, aunque no generó muchas situaciones de gol.
Musto y Domínguez les ganaron muy seguido a Bernardello y Denis Rodríguez. Y el Chelito lo tuvo siempre cerca a Mateo. Lo mismo pasó en las bandas, donde Álvarez y Villagra anularon a Maxi Rodríguez y Tévez.
Los que no estuvieron en sintonía fueron Cervi y Aguirre. Ninguno de los dos pudo imponerse por su carril. Aunque mantuvieron preocupados a sus marcadores, que casi no se proyectaron.
Pero el elenco auriazul no consiguió trasladar al resultado la superioridad exhibida en el trámite durante la primera parte.
Como contrapartida, sí lo consiguió cuando modificó la fórmula. El Chacho reemplazó al lesionado Aguirre por Niell, y pasó a jugar con un 4-4-2. Así, Ruben ganó compañía en ofensiva, aunque el equipo perdió volumen de juego. El Canalla le cedió la iniciativa a Newell’s, y presionó más atrás que en el primer tiempo, casi en mitad de cancha. Así, luciendo mucho menos, Central encontró en la segunda parte, en una falla ajena, lo que había merecido en la primera, por gestación propia.
El Canalla ganó el duelo táctico. Casi no le llegaron, mandó en el campo, y tuvo capacidad para llegar al gol, todas cuestiones indispensables para respaldar un éxito tan importante como incuestionable.