La campaña que viene realizando Rosario Central jugando en condición de visitante, contrasta notoriamente con la producción que ha logrado cada vez que lo hizo en el Gigante de Arroyito. Al menos desde lo estadístico, la efectividad demostrada hasta ahora por Central fuera de Rosario, es demasiado baja para un equipo con pretensiones de lograr el ascenso directo.
Hasta el momento, en las 23 fechas que se llevan jugadas en el torneo de la B Nacional, los auriazules disputaron 12 partidos fuera del Gigante, de los que sólo ganaron 3, empataron 4 y perdieron los 5 restantes. En consecuencia, sumaron 13 puntos sobre los 36 que hubo en juego en esta condición. Esto representa el 36,1 por ciento de eficacia; un coeficiente que lo ubica al canalla noveno en una supuesta tabla que contemplara el rendimiento de los equipos jugando como visitantes.
Está claro que, en líneas generales, la campaña de Central fuera del Gigante es pobre. Pero preocupa aún más que, en las últimas 5 visitas, Central haya rescatado apenas 2 puntos sobre los quince que hubo en juego.
En efecto, el equipo de Juan Pizzi acumula 5 encuentros sin victorias fuera de Rosario. Pero además, perdió 3 de esos partidos. El último triunfo fue en Parque Patricios, ante Huracán. Esto sucedió en la fecha 13, el 5 de noviembre del año pasado. Ese día, los auriazules se impusieron por 1 a 0 con gol de Castillejos en el Palacio Tomás Ducó.
Es más, en 2012, los auriazules cayeron en los dos encuentros que jugaron en condición de visitante: ante Gimnasia en La Plata y frente a Instituto en Córdoba.
Entre las causas de ese pobre rendimiento, cabe analizar qué rol le correspondería, si acaso, a la visible falta de gol del equipo. En este contexto, entre los cuatro candidatos que se disputan los puestos de privilegio en la tabla (N.d.R. los otros tres son Instituto de Córdoba, River Plate y Quilmes), es el canalla el que menos goles anotó.
Además, ese problema fue bastante más notable cuando Central jugó de visitante. En esa condición, el canalla anotó sólo 7 goles en 12 partidos, lo que configura un promedio muy bajo. Notablemente, 5 de esos tantos fueron obra de Gonzalo Castillejos, el máximo artillero del equipo con 13. Los 2 restantes, se los repartieron entre Ricardo Gómez y Antonio Medina.
Más allá del carácter meramente estadístico de este análisis, de los hechos en sí se puede derivar una conclusión incontrastable. Y esta tiene que ver con la producción que mostraron hasta ahora los cuatro equipos instalados en los primeros puestos de la tabla. Puede afirmarse, con escaso margen de error, que, para alcanzar el objetivo del ascenso directo, Central no sólo tendrá que mantener su alta eficacia jugando en Arroyito (N.d.R. la más alta del torneo, con 81,8%). Además de eso, deberá mejorar significativamente la suma de puntos cuando le toque jugar en condición de visitante. De lo contario, el canalla pasará a depender de que los rivales directos en la lucha por volver a primera decaigan en su rendimiento. Algo que, al menos por ahora, parece lejos de suceder.