En las treinta fechas que se jugaron de la Primera B Nacional, Central tuvo ocho penales a su favor. Y es el segundo equipo de la categoría al cual le cobraron más cantidad de faltas desde los doce pasos, detrás de San Martín de Tucumán, al cual le cobraron una decena.
Pero más allá de este dato estadístico lo que más llama la atención es la baja efectividad que logró el Canalla, ya que solamente convirtió cuatro de los ocho. Además, estos penales malogrados fueron todos en este año, ya que en la primera parte del torneo convirtió los cuatro que tuvo a su favor.
Carlos Maglio dirigió cuatro encuentros al Canalla y en cada partido cobró un penal a favor del equipo que hoy dirige Omar Palma.
De los penales malogrados, tres fueron atajados y uno desviado.
El derrotero de los fallidos penales comenzó en la primera jornada de este 2011 cuando el arquero de Defensa y Justicia, Pablo Perafán, se lo atajó a Luciano Figueroa. Y el partido terminó igualado.
Luego fue Diego Braghieri quien desvió la pena máxima ante Atlético de Rafaela. Ese encuentro Central lo perdió.
Ante Chacarita el turno de ir a patearlo fue de Antonio Medina, y el remate del chaqueño fue atajado por Nicolás Tauber. A pesar de haber malogrado el penal, Central terminó ganando 2 a 1.
El encuentro ante Independiente Rivadavia no fue la excepción en cuanto a la suerte de Central en esta situación. Y más allá de que terminó consiguiendo los tres puntos, tuvo un nuevo penal a su favor. Jesús Méndez fue el encargado de ejecutarlo y su débil remate encontró las manos de Josué Ayala, el arquero de la Lepra mendocina.
En cuanto a los penales convertidos, el primero de ellos fue ante Patronato por la quinta fecha y Javier Toledo fue el encargado de cambiarlo por gol.
Teniendo en cuenta su eficacia, Toledo también convirtió la pena máxima un mes después ante Deportivo Merlo.
Con el Tanque lesionado, Luciano Figueroa empezó a ser el encargado y tuvo un ciento por ciento de eficacia ante Tiro Federal y Aldosivi.
Cuando la pena máxima tendría que ser una oportunidad inmejorable para llegar al gol, a Central le sucede todo lo contrario.
