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Centros de servicio de diálisis se declararon en estado de emergencia

Profesionales de la Asociación de Prestadores de Diálisis y Transplantes Renales de Santa Fe advirtieron que ya cerraron 3 centros en la provincia y que corren riesgo los puestos laborales de los transportistas por los "desmedidos costos" de insumos y combustibles

Profesionales de la Asociación de Prestadores de Diálisis y Transplantes Renales de la Provincia de Santa Fe advirtieron que los centros de todo el país se encuentran en «estado de emergencia» y solicitaron que los legisladores nacionales intercedan para que «Pami atienda y escuche nuestros reclamos».

«La situación es crítica», lamentó Sergio Marinovich, presidente de la asociación. «Estuvimos reunidos todos los prestadores de diálisis de la provincia. Lamentablemente tuvimos que declarar un estado de emergencia para el sector», añadió en conferencia de prensa.

«Ese estado de emergencia arrancó hace más de dos años», precisó Marinovich. «Los costos han subido tanto y los financiadores nacionales de la prestación dialítica no reconocen esos costos mínimos, que los centros de diálisis tenemos para tratar correctamente bien a nuestros pacientes», apuntó.

Marinovich anticipó que no se podrá seguir sosteniendo a los transportistas de los pacientes, a quienes le pagan 8 pesos por kilómetro recorrido por unidad de traslado. «Solicitamos a las autoridades nacionales, fundamentalmente a Pami, que es el organismo rector y quien otorga valores de referencia en materia de diálisis, que nos atienda y nos oiga en nuestros justos reclamos», afirmó el titular de Asociación de Prestadores de Diálisis y Transplantes Renales de la Provincia de Santa Fe.

En el país, más de 30 mil pacientes se atienden en centros de diálisis. «En la provincia de Santa Fe se atienden más de 1.500 pacientes», puntualizó Claudio Alonso, integrante de la comisión directiva. «Cada uno hace tres sesiones de diálisis por semana».

La prestación del servicio de diálisis depende de dos o tres factores importantes. «Del valor del dólar porque todos nuestros insumos están dolarizados», recordó Alonso. «Eso hace cada vez más difícil que podamos reponer materiales. Ni hablar del equipamiento, que es todo importado. Además trabajamos con costos generales, como por ejemplo el caso de los transportistas. Ellos no pueden asumir los costos de combustible. Son fondos que Pami nos transfiere para que transportemos a los pacientes. Y es absolutamente deficitario. Y si no hay una resolución en pocos días, hay prestaciones como el traslado que difícilmente podamos seguir cubriendo», indicó.

En Santa Fe cerraron 3 centros de prestación de diálisis y hay otros 7 en situación crítica, de los 24 que hay en el territorio provincial. «La situación financiera es tan caótica y desesperante que muchos centros del país están cerrando», reconoció Marinovich. «Nosotros preferimos llegar hasta el final porque no podemos dejar de dializar a los pacientes. Si dejamos de hacerlo, los pacientes pueden morir».

Según un relevamiento, el 70 por ciento de los pacientes dializados viven en situación de vulnerabilidad social. «La gente está muy angustiada. Aquellos que viven en pueblos o localidades pequeñas tienen que trasladarse a las grandes ciudades. Es un gran problema».

Marilina Viñuela, especializada en nefrología infantil y también integrante de la comisión directiva de la asociación, aseguró que «actualmente estamos dializando a 7 pacientes infantiles. La mayoría proviene de familias con muy bajos recursos. Tratamos de no trasladarle preocupación a las familias».

Los centros de diálisis de todo el país ofrecen empleo a 12 mil trabajadores. «Es problema no sólo es con Pami, sino además con otras obras sociales nacionales como Osecac y Osprera. Es fundamental la cantidad de gente a la que le damos trabajo. Ellos también sienten que sus puestos de trabajo se encuentran en situación de riesgo», señaló María Angélica Giúdice.

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