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Centro de Economía Política Argentina
En los últimos 7 años se han otorgado un total de 1.273.772 planes de ahorro automotor según la Asociación Financiera de Marcas Automotrices (Afima). Estos planes son promocionados como formas de adquirir un cero kilómetro en hasta 84 cuotas (7 años) sin pagar interés. A partir del pago de cierta cantidad de cuotas, un usuario puede obtener el auto por sorteo o por licitación, y utilizarlo antes de terminar de pagarlo. Pero el salto del tipo de cambio en torno al 120% que se produjo desde 2018 repercutió en el valor de los cero kilómetro, cuyo precio aumentó entre un 60% y 90%. Como consecuencia, la cuota de los planes “autoahorro” subió en forma abrupta. La imposibilidad de los ahorristas de afrontar las cuotas sumado alastrabas y costos para salir del plan, se volvieron un verdadero dolor de cabeza para los titulares de estos planes.
De la ilusión a la pesadilla
La devaluación en torno al 120% que se produjo desde 2018 repercutió en el valor de los autos cero kilómetro, cuyo precio de mercado aumentó entre un 60% y 90%. Como consecuencia, la cuota de los planes “autoahorro” subió en forma abrupta generando un verdadero dolor de cabeza ante la imposibilidad de pago. Los gastos ocultos del plan resultan en un costo irrecuperable que se suma a las trabas para salir del sistema: las cuotas incluyen gastos de seguros, administrativos, derechos de inscripción y adjudicación y otros, que pueden superar el 30% del importe total. Pero al momento de salir del plan y solicitar el dinero invertido sólo se devuelve la cuota pura (sin gastos administrativos y seguros).
Y una vez que se adjudica el auto aparecen nuevos gastos que pueden alcanzar otro 15% del valor del auto: se trata del derecho de adjudicación, impuesto, patentamiento, flete, prenda y seguro.
Los ahorristas suelen pagar sus autos más caros que los precios de mercado. Una persona que compra un cero kilómetro accede a un precio con ciertos descuentos o bonificaciones, mientras que aquel que tiene un plan de ahorro debe afrontar cuotas que se actualizan sobre el precio de fábrica. Por ejemplo, hoy la diferencia entre el precio de fábrica y de mercado en un ejemplo práctico es de 110.000 pesos. En ese marco, el peso de las cuotas se vuelve insostenible para muchos ahorristas: en el último año, por la devaluación, los anticipos de alícuotas subieron en torno al 80%. Estos aumentos superan ampliamente los aumentos salariales, por lo que la participación de la cuota en el salario ha crecido continuamente en el último año.
Más de 1.300 autoconvocados rosarinos de planes de ahorro automotor se unieron para reclamar por arbitrariedades en el aumento de las cuotas, los altos costos administrativos y de seguros y para denunciar numerosos engaños de las concesionarias al momento de adquirir el plan. Los damnificados han solicitado retrotraer precios, evitar remates, crear un órgano que regule a las concesionarias, establecer topes, entre otras medidas.
¿Cómo se compone la cuota de los planes de ahorro? Al suscribir el plan, el ahorrista adquiere con cada una de las 84 cuotas una parte del auto. Las cuotas son variables, ya que dependen del valor que las automotrices le asignan al vehículo. El valor del auto determinado por las terminales automotrices debería ser igual al de mercado, sin embargo se toma como valor de referencia para calcular la cuota el “precio de fábrica”. Esto ha generado muchas denuncias de ahorristas que el valor que pagan es mucho mayor al precio del mercado. Es que las terminales automotrices realizan importantes descuentos a los modelos que no se comercializan a través de planes de ahorro y no aplican bonificaciones a los del plan.
De esta forma, los ahorristas pagan un precio mayor por un auto que en el mercado tiene un precio más bajo. Un ejemplo concreto: una persona que esté pagando un plan ahorro tendrá que afrontar cuotas que se calculan sobre el precio de fábrica, de $750.000. Si un particular fuera con sus ahorros al concesionario, los vendedores le ofrecerían el mismo auto con descuento, bonificaciones, etcétera, a $640.000, $110.000 más barato que el precio que pagan los planahorristas.
A su vez, estos deben pagar mensualmente gastos administrativos, de seguro y otros que pueden superar el 30% del importe total de la cuota.
Si en algún momento el ahorrista decide salir del plan y solicitar su dinero invertido sólo se le reconoce la cuota pura, por lo que estos gastos no los puede recuperar. Otro costo que se suele sumar a la cuota es el cambio de modelo, una vez que se fue otorgado el vehículo (no antes). Un ahorrista puede cambiar su modelo de auto voluntariamente por uno mejor y pagar la diferencia en cuotas. El fabricante puede cambiar la versión del vehículo o el modelo que ofrece, pero al aumentar su valor también lo hacen las cuotas que abona el ahorrista. Ese caso caso refleja la situación de Cristian, un rosarino que comenzó a pagar las cuotas de su plan en agosto de 2014.
Para Cristian, mientras que en las primeras cuotas el anticipo de alícuota tuvo una participación en torno al 98% del importe total, 4 años después, luego de adquirir el auto, la alícuota representó sólo la mitad del importe total: el resto se compone por el seguro del auto, un cargo por cambio de modelo, gastos administrativos y seguro de vida, entre otros.
El seguro que brinda la concesionaria al dueño de un auto bajo plan ahorro merece ser aclarado. Como el auto es entregado bajo la modalidad de crédito prendario, el valor del seguro ajusta mensualmente en base a lo que varía el precio de fábrica del automóvil. Esto termina siendo un componente importante dentro de la cuota que se paga.
Gastos de adquisición
En marzo de 2018 Cristian ganó la licitación para obtener su auto. Antes de consolidar la obtención del auto debió pagar por fuera del valor del auto gastos de adjudicación, impuestos, seguro, flete, entre otros, por valor de $37.000. A esto hay que sumarle el cambio de modelo, del que la concesionaria financia el 50% –pasa a ser parte del plan ahorro–, mientras que la otra mitad se tiene que pagar en efectivo, unos $74.000. El monto total para poder retirar el vehículo de la concesionaria, en el caso de Cristian, fue de $111.000. Todo esto por un vehículo de gama baja.
Una vez cumplidos todos los requisitos, Cristian debió esperar dos meses para recibir el auto. En algunos casos el plazo de recepción se puede extender medio mes adicional. En ese momento Cristian tuvo que desembolsar $8.000 más por el “chapón” y polarizado oficial. Además de pagar casi 8.000 pesos por las patentes restantes de 2018.
Evolución del mercado
Durante 2018 los valores de las cuotas aumentaron en forma abrupta. Es lo que afectó a Alberto, un empleado de comercio rosarino: en los 12 meses previos a septiembre de 2018 el aumento de la cuota fue en promedio de $85 mensuales, pero en septiembre del año pasado aumentó $897. Y en abril de este año la cuota volvió a aumentar $600.
Salir del auto cuesta un vagón
Ante los exorbitantes aumentos de las cuotas, muchos ahorristas y deudores prendarios quieren terminar con el plan. Sin embargo, salir tiene costos y la situación es más desfavorable para aquellos que tienen el auto.
Quienes no retiraron el auto, para renunciar al plan deberán estar al día en las cuotas y notificarlo a la administradora del plan mediante nota sellada o carta documento. En estos casos se le deberá reintegrar al suscriptor las “cuotas puras” abonadas (los gastos administrativos y de seguro que pueden llegar a representar hasta más del 30% de la cuota no se reintegran) con una penalidad del 2%, pero recién cuando se liquide el grupo al que pertenece. Por ejemplo, quienes estén en un plan de 84 cuotas y se retiren a la mitad deben esperar 42 meses para obtener su dinero (con la pérdida que ello supone en un contexto inflacionario). En caso de que el comprador se atrase en más de 3 cuotas se dará por resuelto el contrato y le devolverán la cuota pura aportada, pero también cuando finalice todo el grupo, y descontándole el 4% como sanción por el atraso.
La posibilidad de transferir el plan a otra persona es en este caso más sencilla puesto que no hay prenda.
Pero quienes retiraron el auto se encuentran en una situación más delicada, ya que en casos de incumplimiento corren el riesgo de perder el vehículo. En su caso, la cancelación total del plan de manera anticipada permite que las cuotas no se sigan incrementando. La mejor salida consiste en vender el vehículo transfiriendo el plan de autoahorro.
Hay propuestas
En abril de 2019 más de 1.300 autoconvocados rosarinos de planes de ahorro automotor se unieron para protestar por la arbitrariedad del aumento de las cuotas, los altos costos administrativos y de seguros y para denunciar numerosos engaños sufridos parte de las concesionarias al momento de adquirir el plan. Las propuestas presentadas por los defensores del Pueblo de la provincia de Santa Fe tuvieron como eje la disminución del costo del plan para los ahorristas: diferimiento de la cuota, libre elección del seguro, valuación del vehículo a tener en cuenta al momento de establecer el valor de la cuota, tope de aumento del valor móvil de la unidad y disminución de gastos administrativos. También se plantea la exención del cobro de multas por renuncia y la exención de ciertos gastos de cobranza extrajudicial, abriendo la posibilidad de facilitar negociaciones de cancelación de saldos de deuda.
Se considera necesario asegurar que las concesionarias brinden información completa a los ahorristas al momento de ofrecerles el plan para que puedan tomar decisiones con pleno conocimiento de las consecuencias de suscribirse en alguno. Si bien está lista de propuestas no es exhaustiva, consideramos urgente la aplicación de medidas que permitan a los ahorristas cumplir sus obligaciones sin comprometer su nivel de vida.