El centro de salud Luchemos por la Vida, de bulevar Seguí al 6500, en el barrio La Lagunita, se encuentra con sus puertas cerradas y sin atención al público tras sufrir un robo durante la madrugada del viernes. La situación no quedó allí ya que a primeras horas de ese mismo día el hermano del apresado por el hecho llegó al lugar para increpar a los profesionales que trabajan ahí con un arma, que afortunadamente terminó siendo de juguete, pero que causó escenas de mucha tensión entre los trabajadores sanitarios. En ese mismo instante, un grupo de vecinos se hizo presente en el lugar e intentó lincharlo “en defensa” de los médicos. Esto hizo que se vivieran escenas donde se mezclaron gritos y llantos por varios minutos.
Frente a esta situación, hoy habrá una reunión en la Dirección de Atención Primaria a primera hora para evaluar qué medidas se tomarán frente a la inseguridad.
El subdirector de Centros de Salud del municipio, Fernando Vignoni, contó a este diario que mientras ocurría el robo se disparó la alarma en el lugar y el Comando Radioeléctrico terminó deteniendo a una persona que se encontraba en el interior. “A la mañana nos encontramos con todas las cosas revueltas, descubrimos que faltaba una computadora, y de repente aparece una persona que supuestamente estaba con él en el momento del robo y se termina armando una escaramuza de proporciones con los vecinos”, añadió.
Por el robo el lugar sufrió diversas roturas, entre ellas la de un aire acondicionado que quedó inutilizado luego de que intentaran extraerlo. “La gente terminó actuando en defensa del centro de salud. Hasta llegaron a hacer un corte de calle para reclamar que se vuelva a abrir. Igualmente fue una situación de mucha tensión”, añadió el funcionario.
En el lugar trabajan en la actualidad 16 personas y el año pasado hubo un robo similar. “Es por eso que mañana (por hoy) vamos a tener una reunión con integrantes del Ministerio de Seguridad para evaluar cómo seguimos. Estos centros son fundamentales para los barrios y tienen que estar abiertos. Mientras tanto estará cerrado hasta que encontremos una solución para evitar más hechos como los ocurridos. En eso trabajaremos, para que vuelva a reabrir lo antes posible”, continuó Vignoni.
Según el parte policial, el viernes a las cuatro de la madrugada “saltó” la alarma y al llegar el comando detuvo a una persona en su interior, de 20 años, que no tenía antecedentes. Durante la mañana, hubo un llamado al 911 que alertaba sobre una persona posiblemente armada en el centro de salud pública. Cuando llegó, el personal policial determinó que estaba con un arma de juguete y que era el hermano del detenido.
Distintos testimonios contaron que el hermano del detenido apareció con el arma, que terminó siendo de juguete, y se metió al centro de salud “increpando a todo el equipo médico, culpándolos de que por su culpa su hermano estaba preso”.
A ello hay que sumarle los vecinos tratando de lincharlo y la aparición de la Policía, convirtiendo la situación en un momento de extrema tensión.
