El histórico Bowling 10, ubicado en Córdoba 864, cerró sus puertas y dejó a cinco trabajadores en la calle. El dueño del lugar murió la semana pasada y los empleados recibieron los telegramas de despido.
“El titular del negocio estaba enfermo. Se hizo cargo su hija que no tenía ningún interés en continuar con el negocio. No podemos obligarla, pero no vamos a aceptar que se les pague el 50 por ciento de las indemnizaciones a los trabajadores”, dijo a El Ciudadano, Marta Sánchez, secretaria del Sindicato de Trabajadores del Espectáculo Público (Sutep).
Según contó Sánchez, los empleados del lugar siempre tuvieron una buena relación con su titular, Genadio Diez. No pasaba lo mismo con su hija, quien decretó cinco días de duelo, cambió la cerradura del local y envió los telegramas de despido.
“Mantener un negocio sin inversión es muy difícil. Los empleados que trabajaban en el bowling tenían muchos años de antigüedad y se les va a hacer muy difícil insertarse en el campo laboral nuevamente”, se lamentó la secretaria de Sutep.
Sánchez contó que lo que pretende la hija de Diez –ahora titular del inmueble– es hacer un negocio inmobiliario. “Los empleados están muy enojados por la actitud y la forma en que actuó la hija del dueño. Lo peor de esta situación es que no les llama la atención de la situación”, remarcó.
Y concluyó: “Vamos a hacer la denuncia pertinente en el Ministerio de Trabajo y no aceptaremos el pago de las indemnizaciones al 50 por ciento”.