La planta que el frigorífico Swift tenía en Venado Tuerto cerró sus puertas en forma definitiva tras despedir a los últimos 37 trabajadores que quedaban.
Rubén Paulinovich, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Venado Tuerto, indicó hoy que «los empresarios hicieron sus números» y también «arreglaron con el Gobierno».
Recordó que en el 2005 llegó el grupo brasileño a la localidad, cuando «la carne en la Argentina valía menos, pero el número no es rentable -según ellos- para hacer carne termoprocesada».
El funcionario coincidió en que los empresarios «se estaban manejando con un gran porcentaje para el mercado interno», pero aclaró que «los números evidentemente son los que deciden para los grandes negocios».
La planta, que llegó a tener 517 empleados, pertenece al grupo brasileño JBS, propietario del frigorífico Swift. A raíz de dificultades de rentabilidad, la planta estaba sin operaciones desde el 17 de diciembre último.
Los trabajadores habían sido incluidos en un régimen de garantía horaria que les facilitaba cobrar una parte de su salario, pero al persistir la inestable situación, la mayoría optó por abandonar el trabajo.
El martes último, en el Ministerio de Trabajo de la provincia, se firmó un convenio por el cual los últimos 37 trabajadores cobrarán el total de las indemnizaciones.
Por su parte, el titular del sindicato de la Carne de Venado Tuerto, Carlos Crudelli, consideró que la planta podría reabrirse en caso de que las políticas del Gobierno nacional hacia el sector varíen.
Sin embargo, desde la Municipalidad la percepción es negativa: «Lo vemos como algo muy remoto. No sabemos cuál es el objetivo de JBS, pero vemos que le importan muy poco los trabajadores», indicó Paulinovich.