Unos 30 trabajadores de la sanidad perdieron su fuente de trabajo cuando el sanatorio Saladillo, ubicado en Arijón al 100, cerró sus puertas. La decisión se tomó tras la millonaria deuda que la firma prestadora, Medicina Ambulatoria SA (Masa), tenía con el Sindicato de la Carne, titular del inmueble. En el sanatorio se atendían unos 4.500 afiliados del gremio, junto con afiliados de Pami de Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo. La situación se precipitó cuando Masa denunció la quita de cápitas de parte del Pami.
“Masa entregó cheques sin fondo y ahí empezamos a tener problemas. Se decidió en Buenos Aires rescindir el contrato de la prestadora y de la explotación del sanatorio”, explicaron desde el Sindicato de la Carne. Advirtieron que la deuda ascendía a 2 millones y medio de pesos, más lo correspondiente a la falta de pago de la EPE.
El sanatorio contaba con 60 camas, dos quirófanos y una sala de diálisis que permanecerán cerradas momentáneamente. Los afiliados al sindicato continuarán con prestación médica mediante un reciente convenio con Imagen Salud. El mayor inconveniente lo tienen ahora los afiliados de Pami que deberán buscar un nuevo lugar donde atenderse.
“Las irregularidades comenzaron en diciembre. La firma evadió responsabilidades. Tampoco notificó a los empleados que se encontraron con el sanatorio cerrado”, agregaron.
Sin fondo
En febrero de este año el grupo Medicina Ambulatoria SA fue denunciado por el Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra) por la falta de pago de haberes de 250 profesionales de la salud, entre médicos y administrativos, que se desempeñaban en clínicas y sanatorios gerenciados por la firma.
Según denunciaron, los profesionales dejaron de cobrar honorarios en mayo del 2016. Seis meses después recibieron cheques fechados para febrero, sin fondos.
Los profesionales trabajaban en las sedes que la firma tiene en Rosario (Urquiza 1764), San Lorenzo, Capitán Bermúdez y Villa Gobernador Gálvez.