La presidenta Cristina Fernández se reunió ayer en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ante quien destacó la “eficacia” de los organismos multilaterales sudamericanos y condenó el agravio sufrido en Europa por el mandatario boliviano Evo Morales. Antes de presidir el debate en el Consejo de Seguridad sobre la cooperación entre la ONU y otros organismos regionales que tendrá lugar hoy, Cristina llevó además al encuentro con el máximo titular de la ONU su condena al espionaje internacional y el reclamo de una “regulación global en esta materia”.
“Mañana (hoy) es un día más que importante porque participa por primera vez la Celac, presidida pro-témpore por Cuba”, declaró la presidenta, en diálogo con los medios, al abandonar las oficinas de Ban Ki Moon en el piso 38 de la sede central de Naciones Unidas en Nueva York. Cristina asistió al encuentro con el titular de la ONU junto al canciller Héctor Timerman, las embajadoras argentinas ante Estados Unidos y la ONU, Cecilia Naón y Marita Perceval, respectivamente, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
En el encuentro, la mandataria también resaltó la “intervención” y “eficacia” tanto de la Celac como de la Unasur en la resolución de conflictos en la región en los últimos años. “Venimos sosteniendo en el marco de la Asamblea General (de la ONU) la eficacia de esos organismos multilaterales para ser auténticos intermediarios en los conflictos y poder resolverlos con resultados positivos para todos”, reflexionó. En contraste, la presidenta volvió a marcar la necesidad de que se “reforme” el Consejo de Seguridad, “no con la óptica de sólo ampliar el número de miembros permanentes, sino realmente elegir un método de funcionamiento diferente”.
Por otro lado, Cristina planteó ante el titular de Naciones Unidas el agravio sufrido por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en su última visita a Europa, lo que definió como “una clara y flagrante violación al derecho internacional, como la Convención de Viena, la soberanía nacional, además de una afrenta personal a un jefe de Estado y a una sociedad”. En ese contexto, la mandataria instó a una “regulación global” para esas actividades de espionaje de ciertos gobiernos, no sólo “por una cuestión que tiene que ver con la paz y la seguridad de las naciones, sino también con la seguridad y privacidad de los individuos”.
“Creemos que estas cuestiones tienen que debatirse con altura, sin necesidad de adjetivaciones y discursos de barricadas; los problemas están, existen y debemos abordarlos”, subrayó.
Más temprano, el canciller Héctor Timerman, junto a sus pares de Brasil, Uruguay, Perú, Venezuela y Bolivia hicieron un planteo similar sobre lo ocurrido con el avión presidencial de Evo Morales en Europa (ver aparte).
En tanto, Cristina estará a cargo hoy de la apertura del debate en el seno del Consejo de Seguridad, que Argentina presidirá hasta septiembre. Al mediodía, en el intervalo de las deliberaciones, la jefa de Estado ofrecerá un almuerzo oficial en un restaurante ubicado en cercanías de la sede de la ONU. Por la noche, Cristina dará por cerrada su agenda y emprenderá su regreso a Buenos Aires.
Cancilleres de la región expresaron preocupación por espionaje de Estados unidos
Los cancilleres de cuatro países miembros del Mercosur expresaron ayer ante el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, su “preocupación y alerta” por los actos de espionaje realizados por Estados Unidos sobre la región y advirtieron que esos “procedimientos ilegales” impactan sobre “la estabilidad política de los países”. Así se pronunció la delegación latinoamericana que, encabezada por el canciller argentino Héctor Timerman, arribó ayer a Nueva York y se reunió con el máximo referente de la ONU, según confirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Elías Jaua.
Del encuentro con la prensa participaron, además de Timerman y Jaua, los cancilleres de Uruguay, Luis Almagro; de Brasil, Antonio Patriota; y David Choque-huanca, en representación de Bolivia, estado asociado al Mercosur en proceso de incorporación. Los ministros remarcaron que su planteo responde a un “mandato acordado por los presidentes del Mercosur”, en su última reunión realizada el mes pasado en Montevideo, y que el objetivo es “denunciar la preocupación e indignación sobre el sistema de espionaje global revelado por Edward Snowden”.
“Esa práctica es absolutamente violatoria de derechos internacionales y de derechos humanos fundamentales, al violar el derecho sagrado a la privacidad”, subrayó el ministro venezolano. Los cancilleres denunciaron también el “atropello, agravio a la inmunidad presidencial” de Evo Morales cuando se le “impidió el libre tránsito” de su avión por un grupo de países europeos “bajo la sospecha” de que allí era trasladado Snowden.