La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó este lunes un escrito con motivo de un nuevo aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner (que se cumplirá el 27 de octubre) y en el que aprovechó para analizar la realidad que atraviesa la Argentina en medio de la pandemia de coronavirus. Deslizó conceptos sobre al empresariado con «prejuicio antiperonista», defendió la conducción de Alberto Fernández y se refirió a la problemática del dólar.
«Aún en este marco de incertidumbre, podemos llegar a algunas certezas, al menos en el campo de la política», escribió y dio lugar a una serie de reflexiones.
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En primera instancia dejó en claro su apoyo a la gestión de Alberto Fernández, aunque entre líneas dejó en evidencia que hay cuestiones con las que no concuerda: «Hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los defectos que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión».
Luego de un breve raconto en el que describió lo ocurrido desde la génesis de la fórmula presidencial del Frente de Todos, reparó en las críticas que recibió durante los últimos meses el presidente y sostuvo: «Lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó».
En ese sentido se refirió a que un sector del empresariado guarda un «prejuicio antiperonista», rasgo que definió como «inentendible si uno mira los resultados de los balances de esas empresas durante la gestión de los gobiernos peronistas o kirchneristas».
Como segunda certeza abordó las interpretaciones mediáticas sobre el manejo y la toma de decisiones dentro de la fórmula presidencial. «Debo reconocer que son poco creativos. El relato del Presidente títere lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí», analizó.
En este apartado la ex presidenta también echó por tierra la idea de que exista una idea de rencor o venganza dentro del Frente de Todos. Sostuvo que «la demostración más cabal» de que no se siente movilizada por ninguno de esos dos sentimientos fue resignar la primera magistratura para construir con quienes incluso fueron críticos con sus gestión.
Más adelante y en lo que conceptualizó como «Tercera certeza», Cristina Kirchner hizo un extenso análisis sobre la economía argentina. Recordó el nivel de deuda externa que dejó su última gestión, repasó el proceso de endeudamiento durante el gobierno de Mauricio Macri, y relfexionó sobre las problemáticas en torno al dólar.
«El problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina», escribió la vice presidenta.
Respecto al tema, aseguró que «todos los gobiernos» se toparon con las dificultades de una economía bimonetaria. A su vez agregó que «tampoco es una cuestión de clase», ya que «los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior».
Por último la ex presidenta cerró su mensaje agradeciendo a quienes le acercaron muestras de amor y cariño, y especialmente a Alberto Fernández por el gesto de repatriar una figura de Néstor Kirchner confeccionada en bronce que se encontraba en la localidad ecuatoriana de Quito.
