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CGT: la pulseada por el Consejo del Salario

Caló, ante su primer escenario de disputa con Moyano.

La interna no resuelta en la CGT tendrá su primer escenario de disputa cara a cara: el Consejo del Salario. Sin haber sido convocado todavía, los sectores que pugnan por quedarse con el sello de la principal central obrera ya preparan una pulseada que arrancará con la nómina de consejeros y seguirá con las previsibles diferencias en el planteo que expondrán durante el debate. En cualquier caso, el resultado anticipa la primera cosecha a favor del gobierno luego de la fractura de la organización.

La confirmación por parte de Cristina de Kirchner acerca de que el Consejo será citado para el mes próximo, dio inicio a los tironeos. En el sector que integran los “gordos” y los “independientes” junto con ex aliados del camionero anticiparon que impondrán su mayoría frente a Moyano para firmar rápidamente un acuerdo que incluirá las cámaras patronales y la CTA oficialista, del docente Hugo Yasky.

La nómina sindical para el Consejo del Salario está compuesta por 16 representantes, de los cuales el gobierno, en los últimos años, invitó a tres que van por la CTA de Yasky. El año pasado el cuerpo acordó un incremento del 25 por ciento que llevó el salario mínimo de 1.840 pesos a los actuales 2.300 pesos, y en el Ejecutivo analizan para 2012 aceptar una suba para llevarlo en torno a los 3.000 pesos.

Cerca de Moyano admitieron estar ante una encerrona. Al haber elegido la semana pasada en el Congreso de Ferro un consejo directivo nuevo, Moyano estaría en la obligación de exigirle al gobierno nominar a nuevos representantes por la CGT ante el Consejo del Salario. De hacerlo, se expondrá a una nueva derrota administrativa.

Pero si el camionero acepta el listado del año pasado, quedará en desventaja en la mesa de negociaciones, frente a sus rivales que harán lo posible por agradar al gobierno –de Cristina de Kirchner depende la validación de una nueva CGT a partir de octubre–, a Yasky, que sistemáticamente actúa en sintonía con la Casa Rosada, y a las cámaras patronales, que pujarán por el menor aumento posible del salario mínimo, vital y móvil.

A Moyano le quedaría entonces imitar el papel que le cupo en los últimos años al líder de la CTA disidente, el estatal Pablo Micheli, quien, a pesar de estar en clara desventaja –o precisamente por eso–, bregó sistemáticamente por aumentos porcentuales muy superiores a los que se planteaban en la mesa de negociaciones.

La parte empresarial en el Consejo del Salario está representada por las cámaras patronales de industriales (UIA), mercantiles (CAC), construcción (CAC), la Bolsa de Comercio y las entidades bancarias y del agro.

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