Llegó la hora señalada. El pitazo final de Patricio Loustau marcó que Lanús no logró su cometido: cayó 2-0 ante Estudiantes de La Plata y se quedó sin posibilidades de alcanzar a Newell’s en el Torneo Final. La Lepra suma su sexto título local y la alegría retumba, no solamente en Rosario, sino también en Chaco, sede del encuentro de octavos de final de la Copa Argentina que tuvo como protagonistas al rojinegro y a Talleres.
La expectativa inmensa por el título se hizo notar en los días previos con el colorido recibimiento que le brindaron los hinchas al plantel de Newell’s cuando pisó el aeropuerto de Resistencia. La ansiedad creció gradualmente con el paso de las horas y, en el mediodía del miércoles, los simpatizantes del Rojinegro se juntaron en la Filial de la capital chaqueña a la espera del encuentro que podía desatar su algarabía. La canción “Que vamos a salir campeones, que vamos a salir campeón…” era entonada por espacios de cinco minutos, producto de la ansiedad leprosa.
“Estoy tranquilo, hoy se nos da”, había dicho Guillermo Riveira, presidente de la Filial de Resistencia, en un pensamiento compartido por todos los hinchas de distintas partes del país que llegaron a Chaco para presenciar el encuentro por Octavos de la Copa Argentina y se encontraron con la inmejorable chance de festejar un título después de nueve años. La choripaneada sirvió para matizar la espera de los cientos de simpatizantes que, por una hora, también alentaron al Estudiantes dirigido por Mauricio Pellegrino.
El margen alcanzado por el Pincha antes de la suspensión del encuentro le brindó tranquilidad a los hinchas de Newell’s que, conforme iban pasando los minutos, se soltaban y comenzaban a cantar por el título que llegaba. La euforia era tal que los cánticos fueron ensordecedores en los instantes finales del encuentro disputado en el estadio Único de La Plata. Abrazos, lágrimas de felicidad, gorros y camisetas revoleadas al viento. El equipo dirigido por Gerardo Martino conseguía el título en el primero de los tres frentes que disputa esta temporada.
Pero, el Torneo Final no aplacó el hambre de gloria que sienten los jugadores y tampoco el de los hinchas. Por eso, apenas finalizó el partido, partieron en caravana hacia el estadio Centenario de Chaco para asistir al encuentro de octavos de final. En la tarde chaqueña predominaban dos colores: el rojo y el negro. El éxtasis total llegó con la aparición del plantel, que fue recibido de manera impactante. Con la cautela previa a un partido importante, los futbolistas se sumaron tibiamente a las celebraciones de los fanáticos, que pretendían coronar un día soñado con la clasificación a una nueva instancia de la competencia integradora.
Finalmente, el resultado no fue el esperado, pero la celebración sigue. El festejo por el título obtenido hoy seguirá en Chaco y en la caravana hacia Rosario.
