En el pintoresco estadio Luis II de Mónaco, Chelsea y Atlético Madrid disputarán el último trofeo de clubes correspondiente a la temporada europea 2011/12. Porque si bien este trofeo abre la campaña actual de clubes, a esta definición llegan por lo alcanzado en la pasada. Los ingleses arribaron a esta final tras conquistar la Champions League, mientras que lo españoles lo hicieron al consagrarse en la Europa League.
Atlético de Madrid regresa al Stade Louis II de Mónaco tres años después del grato recuerdo que para los rojiblancos significó sorprender al Inter de Milán para llevarse su primera Supercopa de Europa. Por tal motivo encara esta cita con moral y con ilusión para seguir haciendo historia en la competición continental.
En el aspecto deportivo, el Cholo Simeone, que contará con la baja por sanción de Tiago que fue expulsado precisamente por el esloveno Damir Skomina en Valencia, podría disponer el mismo once que sumó el triunfo el lunes ante el Athletic de Bilbao con la posible novedad de Adrián, que podría ocupar el puesto de Koke.
Enfrente estará el vigente campeón de la Liga de Campeones, que al igual que el Atlético de Madrid sueña en ganar su segunda Supercopa de Europa, ya que han pasado muchos años, desde 1998, (cuando levantaron el título al derrotar al Real Madrid con gol del uruguayo Gustavo Poyet), sin disputar esta prestigiosa competición.
Unos Blues muy españolizados, no sólo por Fernando Torres, intentarán mostrar su mejor versión como equipo que contará con la presencia de Juan Mata, César Azpilicueta y Oriol Romeu, futbolistas que dan el toque español al conjunto de Roberto di Matteo. El equipo inglés ha perdido esta temporada a algunas de sus figuras, entre ellas su emblema Didier Drogba, pero ha sumado a sus filas al belga Eden Hazard procedente del Lille de Francia con el cartel de mejor jugador juvenil del torneo galo y como una de las grandes figuras de los próximos años.