La Policía de Chile detuvo ayer a tres personas presuntamente involucradas en los atentados explosivos ocurridos en el subte de Santiago, capturas que la presidenta Michelle Bachelet juzgó como “un paso muy importante” para esclarecer los hechos, que se atribuyó a través de un comunicado un desconocido grupo denominado Conspiración de las Células de Fuego.
Los detenidos son dos hombres y una mujer a los que se los señala como responsables de los atentados del 12 de julio y del 8 de septiembre en la red de subtes capitalina, que dejaron 14 heridos, algunos de gravedad.
Las detenciones se dieron en un operativo que encabezó el fiscal regional sur, Raúl Guzmán, y del que participaron unos 200 agentes de Carabineros. Hubo allanamientos en seis viviendas ubicadas en los municipios de La Granja, San Bernardo y La Pintana.
Fue en esta última propiedad en la que se dieron las detenciones de los 3 jóvenes, en principio anarquistas, uno de los cuales sería el autor material de los atentados en las estaciones Los Dominicos y Escuela Militar, además del registrado en las cercanías de la Primera Comisaría de Carabineros el 11 de agosto pasado.
Según la agencia EFE y sitios web de diarios santiaguinos, las capturas se aceleraron después de que el cuerpo de Carabineros lograra información segura sobre la posibilidad de nuevos ataques en esta jornada, en la que Chile celebra su fecha patria.
Según esos reportes, habría atentados durante el Tedeum en la Catedral Metropolitana, y hoy, en La Elipse del Parque O’Higgins, durante un desfile militar.
El pasado 9 de septiembre, el gobierno de Michelle Bachelet, a través de la Subsecretaría de Interior, interpuso una querella por el delito de terrorismo contra quienes resultaran responsables del ataque con bomba que dejó 14 heridos en un área comercial aledaña a la estación Escuela Militar del metro de Santiago.
Después de estar en una comisaría, Guillermo Durán, Natalia Casanova y Juan Flores –acusado éste como autor material del atentado de la estación Escuela Militar– fueron llevados al Centro de Justicia, donde se iban a notificar de los delitos que se les imputa.
La Policía asegura haber encontrado en las viviendas que allanó pólvora y artículos para la fabricación de bombas, además de herramientas, ropa y utensilios con restos de explosivo.