El gobierno chileno de Sebastián Piñera dispuso expulsar al exjuez detenido Otilio Romano de su país, tras denegarle el pedido de refugio político y quitarle la visa que le permitía residir allí. Así, sólo resta que avance el trámite de extradición solicitado por la Justicia argentina para sentarlo en el banquillo por los más de cien delitos de lesa humanidad por los que está imputado.
El Ministerio del Interior de Chile fue el que emitió la resolución de rechazo al asilo, la cual fue confirmada luego por organismos de derechos humanos trasandinos a sus pares de Mendoza, desde donde se fugó el excamarista el año pasado.
Sin embargo, la expulsión llegará por la decisión del gobierno de Piñera de quitarle la visa de residencia temporal que poseía Romano y que le permitía vivir en el lujoso balneario de Reñaca, a 7 kilómetros de Viña del Mar.
El abogado Pablo Salinas, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza, explicó que en la resolución «se rechaza el pedido de asilo del exjuez mendocino y en el mismo acto se le retiró la visa».
Salinas agregó que en la fundamentación «el gobierno chileno argumentó que el exjuez Romano no presentó las pruebas suficientes de que en la Argentina se le negó el derecho a la defensa en las causas que lo involucra en su contra».
Según el letrado, a partir de hoy Romano tiene tres días para responder a la decisión trasandina.
El excamarista federal en Mendoza fue removido de su cargo por el Consejo de la Magistratura en diciembre pasado por un jury de enjuiciamiento, que los consideró cómplice en 103 casos de represión ilegal durante la dictadura, cuando fue fiscal y juez subrogante.
Romano está en Chile desde el 24 de agosto pasado, cuando solicitó el asilo argumentando una persecución política del gobierno de Cristina de Kirchner. Desde el 25 de febrero permance bajo una modalidad de arresto de detención nocturna en un departamento del imponente edificio Euromarina, sobre las costas del océano pacífico.