Los tres principales constructores automovilísticos japoneses, Toyota, Nissan y Honda, suspendieron total o parcialmente ayer por razones de seguridad su producción en China, donde se celebraron multitudinarias manifestaciones antijaponesas, por el resurgimiento de un viejo conflicto de soberanía entre ambas naciones sobre un archipiélago.
Decenas de miles de chinos tomaron las calles, bajo la mirada benevolente de las autoridades, para exigir a Japón la restitución de las islas Diaoyu/Senkaku, objeto de disputa entre las dos mayores economías del continente asiático.
En todo el país, centenares de empresas japonesas, además de estos gigantes del sector automotor, dieron por precaución día libre a sus empleados, incluso en los restaurantes.
Toyota explicó que paró parte de sus plantas en China; Nissan, dos de sus tres fábricas de montaje, y Honda, sus cinco plantas de montaje, por razones de seguridad de su personal. Un portavoz del principal constructor nipón, Toyota, indicó a la AFP que “la seguridad de los empleados es la prioridad número uno”.
“Ciertas fábricas y ciertos concesionarios van a funcionar hoy, pero otros no. Cada cual tomará una decisión en función de la situación”, añadió en relación con la jornada de ayer y hoy.
Además, precisó que ciertos concesionarios del grupo sufrieron “daños” en manifestaciones antijaponesas de los últimos días.
Toyota dispone de tres plantas de montaje en China, que emplean a casi 26.000 personas y ensamblan unos 800.000 vehículos anuales. El constructor dispone además de una red de 860 concesionarios en el país.
Nissan decidió suspender su producción en las plantas de Guangzhu, provincia de Guangdong, al sur, y Zhengzhu, provincia de Henan, al este del país. Su tercera planta de montaje, en Xiangyang (provincia de Hubei), funcionará con normalidad, precisó un portavoz del grupo.
Nissan ha producido 1.198.000 vehículos en China en 2011. Honda decidió cerrar ayer sus cinco fábricas de montaje hasta hoy. “Podemos producir estos coches, pero nos inquietan las condiciones de entrega a los concesionarios”, explicó el vocero.
El grupo tiene una capacidad de producción de 970.000 coches anuales en China.
Importantes manifestaciones, a veces violentas, se produjeron el fin de semana para protestar contra la nacionalización de las islas Senkaku por el gobierno japonés, que las compró a sus dueños privados, una familia nipona.
Dicho archipiélago deshabitado del mar de China Meridional, que los japoneses llaman Senkaku y los chinos Diaoyu, es el centro de un contencioso entre Japón, que lo controla, y China, que lo reivindica, como Taiwán. Sus fondos marinos serían ricos en petróleo y gas.