El disidente ciego Chen Guangcheng abandonó ayer China rumbo a Estados Unidos, anunció el Departamento de Estado norteamericano, más de dos semanas después de un acuerdo duramente negociado entre Pekín y Washington sobre el exilio del emblemático disidentes chino. La salida de Chen pone fin al enredo diplomático que duró casi un mes entre Pekín y Washington en torno a la situación de este abogado autodidacta de 40 años que se refugió a finales de abril pasado en la embajada de Estados Unidos tras escaparse de su arresto domiciliario.
“Podemos confirmar que Chen Guangcheng, su esposa y sus dos hijos viajan rumbo a Estados Unidos, a fin de que pueda seguir estudiando en una universidad estadounidense”, declaró en un comunicado la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland. “Expresamos nuestra satisfacción por la forma en la que hemos podido solucionar esta cuestión y apoyamos el deseo de Chen de estudiar en Estados Unidos”, añadió.
Chen embarcó junto a su esposa y sus dos hijos a bordo de un vuelo de United Airlines en Pekín y con destino a Nueva York que debía despegar a las 15,45 locales pero que sufrió retraso y salió sobre las 18.
Chen, quien pasó las dos últimas semanas confinado en un hospital donde estaba siendo tratado por varias fracturas en el pie, había anunciado por teléfono a la AFP a principios de la tarde que se encontraba en el aeropuerto de Pekín. “Estoy en el aeropuerto. No tengo pasaporte. No sé cuando voy a partir”, dijo el activista.
Chen, quien lucha desde hace años contra las esterilizaciones y los abortos forzados, una práctica que es común en China como medio para hacer cumplir la “política nacional de un solo hijo, provocó una crisis diplomática el 27 de abril pasado al escaparse de su domicilio en Shandong, donde se encontraba detenido, y refugiarse en la embajada de Estados Unidos en Pekín.
Human Rights Watch dijo estar “aliviada” por el hecho de que China cumplió con su promesa. Pero advirtió que “lo más difícil (…) es garantizar” el derecho de Chen “de volver a China cuando lo desee”.
Guangcheng perdió la vista en la niñez, por lo que no pudo asistir a la escuela, y desde joven asesoró a los campesinos en disputas de tierras y a la gente que sufría abusos por parte de las autoridades chinas, y también hizo campañas para la mejora de las condiciones de los discapacitados. A pesar de ser referido como abogado, no ostenta ninguna titulación oficial.
Entre septiembre de 2005 y marzo de 2006 estuvo en arresto domiciliario tras denunciar las políticas sobre el hijo único en Linyi. En agosto de 2006 fue condenado a cuatro años de prisión por obstruir el tráfico e incitar la destrucción de la propiedad.