China ordenó retirar de sus oficinas gubernamentales e instituciones públicas cualquier dispositivo informático y software extranjero en el plazo de tres años, informó este lunes el diario británico Financial Times.
La decisión, que implica el reemplazo de entre 20 y 30 millones de piezas de hardware procedentes de otros países, afectará principalmente a empresas de Estados Unidos como HP, Microsoft o Dell, lo que supone una nueva escalada en la disputa tecnológica-comercial entre las dos potencias.
Según el diario inglés, el trabajo comenzará a principios de 2020 y planteará varios desafíos, ya que muchos de los productos a reemplazar fueron desarrollados para sistemas operativos estadounidenses, como el Windows de Microsoft.
La orden partió de la oficina central del Partido Comunista Chino a principios de 2019, informó el periódico.
En mayo pasado, en una medida que también amenaza la integración de las cadenas de producción internacionalizadas, la Casa Blanca incluyó a la gigante china Huawei en la “lista negra” de comercio, lo que en los hechos le prohíbe comprar suministros a las compañías estadounidenses (desde chips hasta software).
Esa resolución no solo afectó a la fabricante china sino también a sus contrapartes norteamericanas –desde Google, propietaria de Android, hasta fabricantes de procesadores como Qualcomm e Intel–, cuyos productos representan el 30% de los componentes de los teléfonos de Huawei.