China exigió este viernes a Estados Unidos el cierre de su consulado en la ciudad de Chengdu, en el suroeste chino, en represalia por la reciente orden de clausura de la representación china en la ciudad de Houston (Texas), una contramedida que profundiza el conflicto diplomático, en momentos en que la relación bilateral atraviesa su su nivel más bajo en décadas.
«Esta decisión tomada por China es una respuesta legítima y necesaria a la medida injustificada de Estados Unidos de cerrar nuestro consulado en Houston. La relación entre ambos países no es la que China desearía, pero Washington es responsable de ello», anunció este viernes la Cancillería china en un comunicado.
La medida llega después de que Washington forzara a Beijing a cerrar su consulado en Houston, en medio de nuevas acusaciones de espionaje, una de las acciones más agresivas que ha tomado Estados Unidos desde que estableció relaciones diplomáticas con China en 1979.
El canciller chino dijo que parte del personal del consulado estadounidense en Chengdu «interfirió en los asuntos internos de China y perjudicó los intereses de seguridad», aunque no proporcionó detalles.
«Una vez más, instamos a Estados Unidos a retractarse de inmediato de su decisión equivocada y a crear las condiciones necesarias para volver a encaminar la relación bilateral», concluye el comunicado de la parte china.
El Departamento de Estado norteamericano advirtió a los estadounidenses en China de un «mayor riesgo de detención arbitraria», informó la agencia de noticias Europa Press.
«Los ciudadanos estadounidenses pueden ser sometidos a interrogatorios prolongados y detenciones prolongadas por razones relacionadas con la «seguridad del estado»», señaló la advertencia.
Este martes, la administración Trump ordenó el cierre del consulado de Houston en un plazo máximo de 72 horas, que se cumplen este viernes, y alegó que los agentes chinos intentaron robar datos de instalaciones como el sistema médico de Texas A&M.
Beijing calificó esa imputación de «calumnia maliciosa» y advirtió que la decisión estadounidense estaba «rompiendo el puente de la amistad» entre los dos países.
La disputa entre ambas naciones en el espacio diplomático tiene un trasfondo más amplio que se centra en la pugna por la hegemonía global y se diversifica en la competencia por el comercio, la tecnología, la libertad de prensa e incorpora, ahora, el nuevo coronavirus y la carrera por una vacuna.
A eso se suma la entrada en vigencia de la nueva ley de seguridad para Hong Kong, considerado un avance sobre las libertades civiles en la isla semiautónoma.
En medio de la tensión diplomática creciente, Estados Unidos detuvo este viernes a Juan Tang, la última de los cuatro presuntos integrantes del Ejército chino acusados de infiltrarse en el país tras cometer fraude de identidad en sus visados de entrada.
Así lo informó el El Departamento de Justicia, quien agregó que la acusada se entregó a las autoridades estadounidenses en la noche de este jueves, que ya se encuentra «bajo custodia y comparecerá este viernes ante un tribunal»
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, propuso este jueves «inducir un cambio» en el Partido Comunista chino «de maneras más creativas y asertivas», en un duro discurso.
Estados Unidos tiene una embajada en Beijing y consulados en otras cinco ciudades continentales: Shanghai, Guangzhou, Chengdu, Shenyang y Wuhan, además de Hong Kong, el territorio semiautónomo chino.
El consulado en Chengdu es responsable de monitorear el Tíbet y otras áreas en el suroeste habitadas por minorías no étnicas chinas que Beijing considera especialmente sensibles.