“Estoy un poquito ansioso porque, por lo que escuché hasta ahora, mi nombre no aparece entre los que pretende el técnico para que permanezcan en el club”, señaló Diego Chitzoff, que aunque no lo reconoció públicamente, sabe que no continuará en el club.
Es que el contrato de Chitzoff caduca el próximo 30 de junio. Y nadie charló con él para renovarlo. A esta altura de los acontecimientos, la falta de acercamiento entre las partes es una señal inequívoca de que el ciclo del lateral en Central, está cumplido.
“Todavía no hablé nada, y tampoco con Omar Palma, pero si no me toca seguir, le deseo lo mejor a los que les toque quedarse”, apuntó Chitzoff a modo de despedida anticipada.
—¿Te da bronca tener que irte?
—Sí, da bronca porque, por ahí, uno tenía la esperanza de seguir jugando. Sabía que finalizaba mi contrato, pero esperaba terminar el torneo jugando. Si no se da la chance de seguir, habrá que buscar otro rumbo.
—¿Sentís que fueron injustos con vos en este último tramo del torneo?
—No, no, en ese sentido no. Me tocó jugar muchos partidos hasta que se fue Rivoira. Pero desde que llegó Palma no me tuvo en sus planes. Y uno tiene que aceptar esas cosas porque es profesional y se debe al club. Cuando me tocó jugar, lo disfruté; y cuando no, apoyé a mis compañeros desde afuera.
—¿Te sorprendió que, de pronto, no te tuvieran más en cuenta?
—Sí, muchísimo porque venía jugando, y creo que no lo estaba haciendo mal. Me sorprendió que, de venir jugando, pasara a no estar ni entre los concentrados. Pero son cosas que pasan en el fútbol.
—¿Lo hablaste con Omar Palma alguna vez?
—No, nunca. Es más, esperé que venga a decirme algo sobre lo que pasaba conmigo. Pero en ningún momento se arrimó. Uno sabe que estas cosas pueden suceder en el fútbol, y me tocó a mí.
—¿Te hubiera gustado que te dijera que no te iba a tener en cuenta?
—Sí, obviamente. Me hubiera encantado, pero no se dio. Pero él tomó la decisión de que jueguen otros chicos, y uno la respeta.
—¿A esta altura, todavía pensás charlar con él sobre el tema?
—No, ya está. No tengo más nada que decir ni hablar del tema. Van ocho partidos y no me tocó concentrar nunca. Creo que está todo dicho.
—¿Estás decepcionado con lo que pasó?
—No, decepcionado por eso no. Por no haber cumplido el objetivo de ascender, puede ser. Pero estoy agradecido a la dirigencia por haberme brindado la oportunidad de jugar un año más en el club.
—Con este panorama, lo que parece difícil es que puedas seguir en Central.
—Sí, seguro. Está claro que no voy a continuar, aunque todavía no me comunicaron nada en forma oficial.
—¿Qué te dejó este paso por Central?
—Tengo dos sensaciones raras. Por un lado, elegí venir a Central porque lo quiero mucho. El haber vestido esta camiseta es algo que no me voy a olvidar nunca. Pero me queda el sabor amargo de haberme ido al descenso, que es algo que me pegó muy fuerte y sentí muchísimo. Cuando acepté venir sabía que esto podía pasar. Pero decidí asumir el riesgo y dí todo lo mío para impedirlo. Ojalá que los que se queden puedan sacar esto adelante.
