El maquinista Julio Benítez, que conducía el tren siniestrado el sábado último en la estación porteña de Once, fue sometido a un examen por el Cuerpo Médico Forense en el Palacio de Justicia porteño tras pasar la noche en la alcaidía de ese edificio por decisión del juez federal Ariel Lijo, que lo indagó y dejó detenido.
Benítez fue trasladado anoche desde los tribunales federales de Retiro a la alcaidía del Palacio de Justicia en Talcahuano al 500 donde estuvo hasta ser sometido por el Cuerpo Médico Forense a estudios médicos y psicológicos que pidió el juzgado.
Paralelamente Lijo aguarda la recuperación de las imágenes de la cámara que estaba ubicada en la cabina del motorman cuando chocó el sábado último en la estación de trenes de Once, debido a que se dañó una parte del disco rígido y se intentaba conseguir un repuesto para poder avanzar en ese trabajo.
La petición para ser querellante fue presentada por uno de los heridos, Rubén Siriani, quien dijo haber sido pasajero del tren y pidió varias medidas de prueba como un allanamiento al gremio de los maquinistas. Lijo deberá ahora evaluar la petición y resolver si corresponde tomarlo como querellante, patrocinado por el abogado Gregorio Dalbón. Siriani afirmó que resultó herido y fue atendido en el hospital Ramos Mejía.
En el escrito, el abogado Dalbón pidió allanar el gremio para buscar eventuales «elementos que permitan comprobar si el imputado pudo haberlo planeado conjuntamente con autoridades del sindicato al que él mismo pertenece». Asimismo, pidió las declaraciones testimoniales del titular de ese gremio, Omar Maturano, y del gremialista del Sarmiento Rubén Sobrero.