En la zona de avenida Circunvalación y Jorge Newbery suele haber aroma a café y especias, pero en la mañana de ayer se interrumpió drásticamente cuando, cerca de las 10.30, un auto embistió desde atrás a un camión cisterna cargado con combustible. El rodado de mayor porte se incendió, su conductor pudo escapar y recién una hora después el fuego fue controlado por personal de bomberos. “Apenas vi fuego frené y salí corriendo; si me quedaba me quemaba como una rata”, describió el conductor Alejandro Abba, quien trasladaba 33 mil litros de nafta desde Capital Federal hacia su Villa del Rosario natal, en Córdoba.
El hecho ocurrió a la altura de la planta La Virginia, en avenida Circunvalación, a escasos metros del cruce con Jorge Newbery. Si bien las primeras noticias hablaban de la explosión de un camión cisterna, después se comprobó que no hubo detonación pero sí un incendio voraz que destruyó el rodado por completo. El siniestro se desató después de que un Chevrolet Corsa de color gris, que circulaba en dirección sur-norte “a alta velocidad y haciendo zigzag entre los autos”, según manifestó el camionero, embistió por detrás al rodado que transportaba combustible.
Desde el Sies informaron que el conductor del Corsa sufrió traumatismo de cráneo leve producto del impacto y que no recordaba lo sucedido.
“El auto venía zigzagueando detrás de mí, yo trataba de esquivarlo pero este camión no va a más de 80 kilómetros por hora, así que no pude correrme antes de que me chocara de atrás. Apenas vi fuego, frené y me fui corriendo. Si me quedaba me quemaba como una rata”, dijo Abba tras el choque.
Espuma
En el lugar trabajaron tres dotaciones de bomberos y, una hora después del incendio, el camión estaba completamente negro, cubierto de espuma, ya que el principal objetivo de los socorristas consistió en enfriar la única de las tres cisternas que no fue alcanzada por las llamas.
Abba es empleado de la empresa Capri, que posee camiones blancos, sin identificación, pero trabajan para Shell. “Hace tres años que trabajo con esta empresa, siempre recorro esta zona y los autos pasan volando. Por más que quieran abrir la autopista con tres o diez manos, si no levantan la patita del acelerador se van a matar varios”, advirtió el conductor mientras, parado sobre plena avenida de Circunvalación, esperaba que desde la empresa lo pasaran a buscar para poder volver a Villa del Rosario.
“Las pocas hilachas que tenía se me fueron cuando vi el fuego en la parte de atrás del camión. Ni pensé en rescatar mis documentos ni nada. Una vez que me calmé un poco avisé a mi esposa y a la empresa para decirles que estaba bien y que me vinieran a buscar porque quedé varado acá. Ya está, no quiero pensar en nada, sólo quiero volver a mi casa”, finalizó.