El abogado Gustavo Franceschetti va a llevar a cabo una maestría en Derecho Penal, a distancia, en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), con dirección de los doctores Daniel Erbetta y Eugenio Zaffaroni. Mientras que el diputado nacional Gabriel Chumpitaz le pidió a las autoridades de la UNR que frene las clases en las que se dicte la denominada doctrina del jurista Eugenio Zaffaroni.
El diputado nacional se manifestó en redes y profundizó: “No dudo de las buenas intenciones de la UNR y sus autoridades pero el padre del garantismo no puede ser referente de una maestría en derecho penal”.
A esos dichos, el letrado le respondió en LT8: “El diputado no quiere que la UNR tenga una maestría dirigida por Erbetta y por Zaffaroni y eso es como censurar una línea de pensamiento; lo que tiene que hacer es promover otra maestría con la línea de pensamiento que a él le gusta”.
Y agregó: ““Además, no censuramos a nadie; la universidad es plural y muy activa en este tipo de temas y por eso pusimos en funcionamiento una licenciatura en Seguridad Pública, que se dicta entre las facultades de Derecho y de Ciencias Políticas y a la cual invitamos al diputado a exponer sus ideas”.
Franceschetti también cuestionó los términos utilizados por el diputado nacional. “Otra preocupación es por el desconocimiento supremo de quién es Zaffaroni y de qué son el abolicionismo y el garantismo. El abolicionismo es proponer que se derogue el sistema penal, por violento e ineficiente, y eso es algo que jamás propuso Zaffaroni y tampoco, Erbetta. El garantismo es que los jueces tienen que actuar conforme a la Constitución; una protección política que tienen los más débiles frente a los más poderosos. El diputado cae en el lugar común de asociar garantismo con impunidad y eso es lamentable”, resaltó.
Para terminar de enumerar, el doctor marcó que su “tercera preocupación es el momento que el diputado eligió para decir estas cosas. No es momento para hacer caza de brujas ni para buscar chivos expiatorios; la gente está tan atemorizada que no quiere salir de sus casas. Ante ese posteo, digo: está claro que ni el garantismo ni el abolicionismo han dominado las decisiones de los jueces. Pasamos de tener 4 mil presos en 2005 a 11 mil al día de hoy, y nadie puede decir que la seguridad pública ha mejorado; podríamos decir que ha empeorado”.
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