El gobierno provincial confía en que la exploración que encarará YPF en busca de petróleo permita hallar nuevas fuentes de agua subterránea. La situación apremia: el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, confirmó que la mayor reserva de agua subterranea de Santa Fe –el acuífero Puelche– está contaminada por el mal uso de agroquímicos y, por otro lado, el plan de acueductos que se lanzó a principios de febrero contempla como única fuente de agua el río Paraná. Hallar una nueva fuente permitiría abaratar los costos de traslado principalmente hacia el noroeste de la provincia, la zona que con mayor urgencia necesita del agua.
Ciancio explicó la doble intención del convenio que se firmó con la petrolera: “Nos interesa, por supuesto, encontrar fuentes de energía fósil. Hay algunos antecedentes. Pero también nos interesa, en esos trabajos, ver qué pasa con los acuíferos profundos de la provincia, porque cuando se hicieron los estudios del acuífero guaraní no se incluyó a nuestra provincia. Y si bien hay certezas de que el guaraní no está debajo de nuestro suelo, hay otros acuíferos que podrían estar: otras lentejas de agua que son costosas de identificar y siempre en la urgencia uno tiene que optar por otras actividades”.
El ministro de Aguas es optimista respecto de los resultados, que se conocerán en dos años: “Aprovechamos la oportunidad que se nos brinda y planteamos en la carta compromiso (firmada con YPF) que tenía que haber una especial atención hacia la verificación de esas fuentes (de agua subterránea). Cuando hay petróleo, lo primero que se encuentra es agua. Y la gente de YPF estuvo de acuerdo”.
—Si llegaran a encontrar alguna fuente de agua, ¿se modifica el plan de acueductos?
—Ojalá lo pudiéramos modificar, porque llevar agua del río Paraná es costoso, difícil, son longitudes extensas. Ojalá podamos encontrar alguna fuente que ayudara; estuvimos hablando con los cordobeses, con los entrerrianos, la Región Centro, del río Paraná hacia el oeste, tienen mucho que buscar. Córdoba y Santiago del Estero padecen las mismas crisis de agua que nosotros y la fuente que va apareciendo como segura es la del Paraná. Éste es uno de los grandes proyectos que tiene que tener la Región Centro. Rescatamos y reivindicamos el rol que tuvo hace muchos años Agua y Energía: generó planes maestros para toda la República, que después se abandonaron en la época neoliberal. Hoy nosotros, modestamente, desde la provincia y tratando de sumarnos a los santiagueños, a los cordobeses y a otras provincias, tratamos de ir reconstruyendo esta trama.
—¿Tienen identificada alguna zona que sea potencial reservorio de agua?
—No. Sabemos que los acuíferos que tenemos, el Puelche (ubicado entre el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires) sobre todo, están mostrando signos de agotamiento y de contaminación, por distintos motivos: por agroquímicos, por conectar un acuífero de agua dulce con uno de agua salada. En el norte se verificó que los productores mezclaban dos acuíferos y salinizaban lo dulce. Ha habido a lo largo de la historia de Santa Fe una gran inconsciencia en el manejo de estos recursos, así que esperamos que con este trabajo podamos tener alguna certeza, pero también estamos haciendo lo imposible por seguir sosteniendo y preservando lo que tenemos.
El problema del agua es global, pero en una provincia agrícola como Santa Fe se manifiesta en forma descarnada. Los especialistas estiman que el uso del agua se reparte del siguiente modo: agricultura (70 por ciento), industria (20 por ciento) y necesidades domésticas (10 por ciento). En un tramo de la entrevista que mantuvo con El Ciudadano, Ciancio se refirió al punto: “Nuestro programa en el Frente Progresista pone al hombre por encima de todas las cosas: sus necesidades, sus vivencias, sus sueños y sus perspectivas. El agua es un derecho fundamental; desde ese punto de vista, me parece que el gobernador ha tomado el tema del agua como uno de los puntos centrales. Hemos trabajado en esto a lo largo de dos años y medio, bregando porque es un tema siempre muy dificultoso, por la enorme magnitud económica que representa. De todas maneras, creo que despacito vamos avanzando y lo importante es dejar establecido un camino”.
—¿Ya está lista la licitación de la primera etapa de los acueductos?
—Sí. Cuando nosotros dimos de baja la licitación (que había comenzado el gobierno de Jorge Obeid), planteamos sectorizar las licitaciones en módulos más pequeños, traspasarlos a la órbita de Assa (Aguas Santafesinas SA), lo que va a permitir, con otro sistema de compras, abaratar los costos y generar una sinergia dentro de la provincia, porque se pueden presentar las empresas locales que antes eran subcontratistas de los grandes grupos. Y hasta se puede pensar en la fabricación, a nivel provincial, de bombas, cañerías y demás. Había que adaptar los pliegos, que es lo que se ha terminado de hacer, y encontrar los fondos; yo calculo que en 30 días más estaremos lanzando estas licitaciones.
—¿Cuánto costará la primera etapa?
—Alrededor de 100 millones de pesos. En aquel momento (se refiere al plan de acueductos de Obeid) el sobreprecio era de un 60 por ciento; nosotros alegremente podríamos haber adjudicado y que se arregle el que viene después, pero nos pareció que hipotecar a los santafesinos hacia futuro, desde el punto de vista ético, no tenía cabida. Además, nunca lo hemos hecho y no lo íbamos a hacer aún a costa de tener que esperar en algo tan fundamental como es el sistema de acueductos.