Nada ni el tiempo cambiaran la relación entre los Napolitanos y Maradona. En la tierra donde Diego es más amado que el propio San Gennaro, santo de la ciudad, ayer en el partido por la Champions ante el Manchester City, los tifosis del Napoli dieron una nueva muestra de ese amor incondicional.
Durante el encuentro, en las tribunas del San Paolo pudieron verse dos banderas que le rindieron tributo a Dalma Salvadora Franco, Doña Tota, mamá del DT del Al Wasl que falleció el sábado último: «Que descanse en paz la madre del fútbol» y «Ciao, Doña Tota», fueron las dos banderas del público napolitano.
Un amor intacto e incondicional que nada ni nadie puede modificar aún dos décadas después de que el Dios del fútbol dejara la institución del sur italiano a la que llevó a disputarle la supremacía a los grandes y poderosos del norte e incluso de Europa.
