El personal de la Delegación Rosario de la Policía Federal realizó este viernes un allanamiento en una vivienda de la zona sur de la ciudad, por una denuncia de ciberacoso a menores (delito conocido como Grooming).
El sospechoso, fue identificado como Juan José M., quien se presentó como un vendedor ambulante de 48 años, al momento de ser apresado en su vivienda ubicada en inmediaciones de pasaje Calzada y Chacabuco, de la zona sur.
El caso fue en Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires, cuando el padre habló con su hija, de 12 años, y le contó que un hombre luego de ganarse su confianza, la acosaba pidiéndole fotos y, a través de una videollamada, el acosador se filmaba masturbándose; también lo había hecho con una amiga de la niña.
Los uniformados de la federal, a través de una investigación, pudieron encontrar a quien se le imputa responsabilidad de la nueva figura delictiva conocida como Grooming, que hace unos años, se introdujo al Código Penal en su artículo 131. Fue en ese marco, que el Juzgado de primera instancia ordenó el allanamiento luego de recibir un exhorto con el requerimiento de la medida por parte del magistrado a cargo del Juzgado de Garantías N°4 de Bahía Blanca.
El uso de las redes sociales y Whatsapp, a través de los di-versos dispositivos electrónicos, atentan frecuentemente contra los más vulnerables de la sociedad: los niños.
Los chicos y chicas pueden ser víctimas de personas que a través de engaños con perfiles falsos, esconden sus verdaderas intenciones. Por ello el control de los padres a tiempo, es fundamental para prevenir este tipo de abusos.
Experiencias en Rosario
El Grooming se da cuando un adulto contacta a un menor de edad a través de las redes sociales. Mediante la manipulación o el engaño, oculta su condición de adulto para obtener un consentimiento de índole sexual, puede terminar muy mal: en trata de personas, en secuestros, en homicidios y en violaciones.
“En nuestro establecimiento hubo un caso de una chica de 13 años que estuvo desaparecida durante dos días. Final-mente, apareció con vida, pero fue un caso que nos marcó y mucho. La ley de grooming se sancionó en 2013 y penaliza a un adulto que acose a un menor con condenas que van desde los seis meses a cuatro años de prisión. Si hay contacto físico, la pena es mayor”, dijo Arístides Álvarez, director del Instituto Superior Nº 9045 zona oeste, ubicado en Santa Fe y Sucre.
Álvarez es uno de los referentes más importantes de la ciudad sobre la problemática de Grooming y advirtió que en todas las escuelas debería haber un gabinete psicopedagógico que apoye con profesionales idóneos. “No hay cargos para esto, no hay recursos y queda determinado a lo que puede hacer cada colegio. Con los alumnos de nuestra institución vamos a la escuelas que nos llaman y damos charlas”.
Álvarez expresó que es un trabajo codo a codo entre la familia y la escuela. “No hay que negarles el uso de la tecnología, hay que usarlas con ellos y acompañarlos con la mirada de adultos”.
Y siguió: “Si el chico no quiere ir a la escuela, pierde el apetito, no quiere salir y está pendiente del celular o de internet, hay que preguntarle qué le pasa, hablar con los docentes, preceptores, no victimizarlos ni tomar represalias”.
El director del Instituto Zona Oeste sostuvo que si los padres encuentran evidencias en la computadora de los hijos, hay que guardarlas, capturar las pantallas y hacer la denuncia en Fiscalía.