Desde este miércoles se podrá disfrutar en Refi, el espacio cultural ubicado en Vélez Sarsfield al 600, de un ciclo de teatro que presentará tres obras teatrales unipersonales, “con características dramáticas, cómicas y emotivas que denotan un intenso anclaje social y popular”, adelantan.
Se trata de una programación curada por Juan Nemirovsky que comenzará el 14 de febrero, a las 21, con la presentación de Aire Puro, una propuesta dirigida por Severo Calacci y protagonizada por Lautaro Lamas. La obra sigue a Dionisio Luna, un hombre que vive en las calles y que una mañana despierta en el umbral y el recuerdo de lo que soñó lo lleva a rescatar su historia de vida, sus amores, su juventud. Luego el relato se entrelaza con las rachas del viento y allí atraviesa su salida a los caminos en un recorrido fantástico que es finalmente su viaje interior.
“El trabajo busca invocar constantemente la imaginación del público para completar las escenas; todo lo que se presiente es mucho más de lo que se ve. Es una obra de teatro creada para recorrer los caminos y llegar a los más diversos públicos”, supo decir Lamas sobre la propuesta.
El ciclo continuará el 21 de febrero con El ángel de la Valija. La obra que cuenta con dirección de Sergio Mercurio y la actuación de Severo Calacci, sigue a un hombre común que es designado para un trabajo extraordinario: ser un Ángel. Severo Callaci se vale del juego de la actuación para representar diez personajes que cuentan una historia entre el cielo y la tierra, el apego y la libertad.
La última obra del mes será Los cielos de la Diabla, propuesta que con la actuación y dirección de Vilma Echeverría se verá el 28 de febrero. La talentosa actriz personifica a Amanda, quien fue elegida para el lavado y secado de las camisetas de la primera división mayor de un club de Avellaneda.
En los límites de un pueblo, evoca su ciudad natal y mientras espera que la vengan a entrevistar, recupera “dones” y “escenas de entusiasmo”: La Diabla relata las glorias pasajeras desde una tierra apestada y recrea un campo de voces familiares que interrogan los usos y las costumbres de las mujeres y los hombres de un paisaje cercano.
“Este monólogo surge de una imagen junto a mi padre siendo yo niña: estoy parada en la puerta de mi casa de Arequito donde, de un lado, hay un espejo redondo de esos con hilo sisal y del otro lado el parlante de la radio de circuito cerrado del pueblo junto a un póster en papel de la revista El Gráfico de Independiente campeón. Mi padre era muy fanático de Independiente, me hacía estudiar la formación de memoria. También aparece la imagen del paisaje del pueblo con una terraza con unas camisetas azules que eran las del Club Belgrano de Arequito, y Alfonsa Milazzo, una italiana cruzada con su marido zapatero mala onda y antipático, que le tenía entre bronca y miedo. Ella lavaba las camisetas del club todos los fines de semana y yo las veía sobrevolando el aire, los cielos. Otras de las fuentes fue la voz física de muchas de estas mujeres, esencialmente las quejas de mi madre”, detalló la actriz y directora en relación con un entramado dramático que se vale en todo su recorrido de textos propios. “Es un unipersonal con muy pocos objetos; es algo mínimo, sostenido desde la palabra y de un modo de decir desde la repetición que me permitió encontrar esa lengua. Transcurre en un patiecito que es mezcla de tierra, cemento y mosaico, muy propio de los pueblos o de los barrios de las ciudades que también son como pueblitos”, detalló.
Severo Callaci y «El ángel de la valija»: un Ulises de la calle
“Más allá de la intimidad y la soledad que refleja el material –evocó la actriz–, esas voces calladas, esas tramas y dramas de mujeres, están acá; son esas mujeres juzgadas, miradas, malmiradas, maltratadas. No es directamente un texto feminista, pero sí es un texto de una mujer que puja, que pugna para poder llegar a un presente distinto. En lo personal, por un futuro distinto para las mujeres por ser yo madre de una hija, por poder sacar a la luz las historias que madres y abuelas escondieron. También es la generación de nuestras hijas la que nos pulsa a sacar y decir: son nuestras hijas, las de las mujeres de mi generación, las que nos movilizaron, nos avivaron y nos pusieron en escena con todos los rituales en la calle”.
Refi
Refi es una comunidad que nace durante la pandemia, cuando un grupo de profesionales y técnicos rosarinos decidieron montar un espacio donde confluyan y convivan diferentes áreas que aportan a la construcción y el desarrollo cultural.
La elección de la locación fue en el barrio Refinería, una zona de la ciudad descentralizada, que tiene el fin de aportar a la expansión de lugares con identidad en Rosario. Ubicado en Vélez Sarsfield 641, a una cuadra del shopping y a una cuadra de avenida Alberdi.
“Este polo cultural es una refinería de contenidos, para el desarrollo y la innovación de la industria cultural. Refuncionalizando y poniendo en valor lo que supo ser, en 1936, la primera escuela técnica de la ciudad, una experiencia de taller-escuela orientado a los oficios electromecánicos que brindó educación pública y gratuita a los hijos e hijas de una gran cantidad de inmigrantes que llegaban a borbotones del viejo continente. Refi es completamente amplio, tiene espacio para todos y todas, de puertas abiertas para pasar el día, trabajar o venir a disfrutar de las diferentes movidas”, cuentan desde el espacio.
Allí funciona Refi Café, un espacio gastronómico que abre de martes a domingo ofreciendo cafetería de especialidad y una carta de comida con desayunos, almuerzos y meriendas. También dispone de diferentes zonas, un aulario restaurado donde se dictan cursos y seminarios; un estudio de grabación y un nuevo espacio para el desarrollo y ejecución de espectáculos musicales y teatrales con capacidad de hasta mil personas, sonido, escenario y plantas de luz propia.
Para agendar
El ciclo de teatro en Refi tendrá lugar los miércoles 14, 21 y 28 de febrero, a partir de las 21, en el espacio ubicado en Vélez Sarsfield 641. Las entradas están a la venta en refiticket.ar