Investigadoras y becarias de las unidades ejecutoras “Investigaciones Socio-Históricas Regionales” (ISHIR, CONICET-UNR), del “Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario” (IICAR, CONICET-UNR) y del “Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos” (CEFOBI, CONICET-UNR), llevan adelante estudios que destacan el rol de las mujeres en el campo. A dichas instituciones se suman científicas de la Facultad de Humanidades y Artes y de la Facultad de Ciencias Agrarias, ambas de la Universidad Nacional de Rosario y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Historia, agronomía, antropología, sociología, biología, economía, política, y se podría seguir enumerando todas las disciplinas, tanto de las ciencias sociales como de las ciencias naturales, que intervienen en las tres investigaciones que se están llevando a cabo de manera conjunta por un grupo de mujeres investigadoras dirigidas por las doctoras Laura Pasquali (ISHIR, CONICET-UNR) y Patricia Propersi (IICAR, CONICET-UNR), que abordan la producción de alimentos, y realizan estudios de historia reciente desde el vínculo del género y el trabajo. Además estudian la organización sociotécnica de sistemas de producción agropecuarios agroecológicos.
Integrar para estudiar
La Dra. Patricia Propersi, Directora del Grupo de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Agrarias e integrante del IICAR, indica “Las investigaciones que llevamos adelante de manera interdisciplinaria le dan la palabra a quienes pueden arrojar conocimientos desde una integración. Las productoras nos hablan de algo vital, ellas experimentan cual ha sido el recorrido, cual es la historia que fue llevada a cabo, que nosotras investigamos pero que a veces parcializamos y perdemos de vista la posibilidad de ver las relaciones que hacen al todo”. En ese sentido, se destacó que la sociedad interpela y reclama a la ciencia, y estos proyectos esperan dar respuesta a esos requerimientos.
Con respecto a la integración que se busca, con la intención de dejar de lado la parcialidad, la Dra. Propersi explica: “Cuando entramos en una institución académica, que puede ser la escuela o la facultad, empezamos a diseccionar y a estudiar por partes. Construimos categorías que nos van armando una mirada parcializada de la realidad, que de alguna manera explican solo algo y nunca alcanzan a dar cuenta de la vida y es aquello con lo que realmente nosotros trabajamos: ya sea las condiciones sociales de producción, ya sea la producción de alimentos. Estos proyectos nos dan la posibilidad de recuperar esa integración, porque se trata de cuestiones que tienen que ver con cómo lograr que la pacha mama pueda expresarse generosamente para aquello que necesitamos, pero también como ubicarnos en relación a eso, como no perder de vista la cantidad de elementos que se producen y no tener una mirada tan reduccionista sobre lo que el campo significa. El campo, sobre todo en su parte rural se encuentra con la sociedad, se transforma. Ponerle el nombre de campo es nombrar a la naturaleza de alguna manera y quienes la nombramos somos parte de la sociedad”.
Trabajos en conjunto
“Se trata de tres proyectos que dan cuenta de que hay una relectura, un ida y vuelta no ajeno de debates y de tensiones pero que, como se vienen dando los resultados, están llevando a muy buen puerto” señala al respecto la Dra. Laura Pasquali, quien dirige en el ISHIR la sub-línea de investigación “Género y movimientos de mujeres en Argentina contemporánea”.
“Sabemos que la participación de las mujeres en política, en economía, en organizaciones sociales es una realidad que ha sido silenciada, fundamentalmente porque quienes se encargaron de hacer esos relatos eran las dirigencias que pocas veces o nunca estaban compuestas por mujeres. Eso se viene revirtiendo desde hace años a raíz de la tozudez del movimiento de mujeres que han encontrado escucha en investigadoras del campo científico y que hicieron posible que hoy directoras, investigadoras y becarias estén juntas pensando estos problemas” indica la Dra. Laura Pasquali.
Dos de las investigaciones son dirigidas por la Dra. Laura Pasquali: el Proyecto Investigación Orientada 2019 “Productoras de alimentos en el sur santafesino”, (Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación) y el Proyecto de Investigación Docente: “Género y Trabajo. Abordajes feministas a estudios de caso en la historia reciente santafesina” (ISHIR /UNR). La Dra. Patricia Propersi es la directora del “PIURN 2021 Organización sociotécnica de sistemas de producción agropecuarios agroecológicos en el sur de Santa Fe” (Dirección de Investigaciones Interdisciplinarias, del Área Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo/UNR).
Dos de los tres trabajos cuentan con la co-dirección de la Dra. Evangelina Tifni (IICAR, CONICET-UNR), quien señala al respecto: “Los proyectos tienen en común un abordaje teórico-metodológico interdisciplinario y con una centralidad especial en las y los actores presentes en estos territorios del sur santafesino, reconociendo el valor intrínseco que tienen las fuentes orales, relatos en donde aparece el presente, pero también aparece articulado al pasado y al futuro. Es decir, el tiempo histórico que estamos estudiando y analizando se articula con el tiempo biológico y con las prácticas cotidianas. Estos procesos políticos, sociales y culturales tienen una clara influencia e impactan directamente en la vida cotidiana de las personas. Nuestro interés está puesto en el significado que los actores dan a los acontecimientos, en la huella que dejan estos hechos en la sociedad y en el sentido que las representaciones de un acontecimiento o proceso especifico tienen les actores”.
“Estudiar cómo la agroecología es interpelada por la perspectiva de género nos habilita a un abordaje interdisciplinario del cual indudablemente necesitamos incorporar los saberes femeninos, los saberes de quienes están en territorio y de las productoras. Porque además el género es un organizador del sistema socioeconómico y como tal indudablemente somos conscientes e insistimos en la relevancia de las relaciones de género como aquellas que nos permiten preguntarnos por la balanza de pagos, pero también por quien hace la comida. En este sentido, encontramos profundas articulaciones entre los acuerdos de libre comercio y lo que pasa en la huerta y lo que pasa en la cocina” señala la Dra. Pasquali y añade “por lo tanto, es imprescindible involucrar los procesos de producción y reproducción que operan e inciden por fuera del mercado, pero también en que las relaciones de género son constitutivas del sistema socioeconómico. Finalmente, y no menor porque también eso nos orienta teórica y metodológicamente, destacar que el conocimiento necesariamente tiene siempre un uso social que sirve a objetivos políticos y en nuestro caso se deriva de un compromiso científico, social y feminista”.
Fuente: Conicet Rosario