Cristóbal Colón no fue el primer europeo en pisar suelo americano. Así lo confirma una investigación que apunta que los vikingos ya estaban presentes en el continente en el año 1021.
Un equipo de científicos de la Universidad de Groninga (Países Bajos) confirmó que los guerreros nórdicos estaban activos en Norteamérica, más concretamente, en Canadá
Los científicos explican que los vikingos recorrieron grandes distancias; hacia el oeste, establecieron asentamientos en Islandia, Groenlandia y, finalmente, una base en L’Anse aux Meadows, en Terranova, Canadá.
El asentamiento canadiense, antes de que los vikingos cruzaran el Atlántico, estaba ocupado por los pueblos indígenas. Se componía de, al menos, ocho edificios, entre los cuales se encuentran un aserradero, una forja y tres viviendas.
El equipo, liderado por Margot Kuitems, sacó sus conclusiones gracias a los datos surgidos por radiocarbono de objetos de madera descubiertos en un yacimiento arqueológico de Terranova, que podría tratarse del primer registro conocido de seres humanos que cruzaron de Europa a América.
En concreto, analizaron tres trozos de madera, procedentes de tres árboles diferentes, que, según los científicos, procedían de contextos arqueológicamente atribuibles a los vikingos.
«Cada una de ellos presentaba claras evidencias de corte y rebanado con cuchillas de metal, un material que no producía la población indígena», señala el comunicado de la Universidad de Groninga.
La fecha exacta, 1021, se pudo determinar porque en el año 992 se produjo una enorme tormenta solar que provocó una clara señal de radiocarbono en los anillos de los árboles del año siguiente, algo que «se detectó en los registros de anillos de árboles de todo el mundo», afirma Michael Dee, director de la investigación.
El número de expediciones vikingas a América y la duración de su estancia sobre el Atlántico siguen siendo desconocidas. Todos los datos actuales sugieren que este empeño fue de corta duración y es probable que el legado cultural y ecológico de esta primera actividad europea en las Américas haya sido pequeño.
No obstante, las pruebas botánicas de L’Anse aux Meadows confirman que los vikingos exploraron tierras más al sur de Terranova. El año 1021 es el más antiguo en el que se puede demostrar científicamente la presencia europea en América, subraya la universidad, para la que las fechas anteriores de la presencia vikinga en América se basaron en gran medida en las sagas islandesas.
Estas comenzaron como historias orales y sólo se escribieron siglos después de los acontecimientos que describen. Aunque contradictorias y a veces fantasiosas, las sagas también sugieren que se produjeron encuentros, tanto violentos como amistosos, entre los europeos y los indígenas de la región.