Investigadores del Conicet comprobaron que un método de diagnóstico ya aprobado por distintos organismos regulatorios de Estados Unidos y Europa para cáncer de mama puede también ser utilizado en otros 33 tumores para definir el nivel de agresividad y de respuesta frente a los tratamientos, informó este viernes la Agencia CyTA-Leloir.
“Nuestro hallazgo tiene impacto en el sentido de que puede reducir los tiempos de implementación de un método de diagnóstico ya aprobado en otros tipos de tumores”, explicó la trascendencia el doctor en Bioingeniería e Inteligencia Artificial Aplicada Elmer Fernández, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (Cidie). El instituto depende de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y del Conicet.
Se trata de un método llamado “PAM50”, aprobado hace unos años por las autoridades reguladoras de medicamentos de Estados Unidos (FDA) y de Europa (EMA). Analiza una “firma molecular” de expresión de 50 genes que permite establecer el nivel de riesgo (alto, intermedio o bajo) de recurrencia del cáncer de mama y anticipar si la quimioterapia aportará o no beneficios.
“Una firma molecular es una lista de características, generalmente genes o proteínas que pueden cuantificarse en una muestra de tumor. Esas características medibles se usan para definir categorías de interés. Por ejemplo, se pueden definir categorías según qué tan rápido se espera que crezca ese tumor”, explicó Fernández.
El descubrimiento del equipo que dirige Fernández fue que la firma molecular del método “PAM50” también puede usarse para definir categorías sobre nivel de agresividad y de respuesta a quimioterapia e inmunoterapia en otros 33 tipos de cáncer, incluyendo el de colon, estómago y vejiga.
Los científicos pudieron delimitar además un subconjunto del total de 50 genes que tienen una tendencia muy fuerte a expresarse de manera conjunta en cualquier cáncer, y pueden separar tumores en dos grandes categorías, una de las cuales “presenta células que tienden a dividirse más rápido y son más similares a células madres embrionarias, lo que implica que potencialmente son más peligrosas”, destacó Darío Rocha, primer autor del estudio e investigador del Conicet en el laboratorio de Fernández.
Fernández y Rocha explicaron que los resultados del trabajo, publicados en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “son importantes porque tradicionalmente se estudia cada tipo de cáncer por separado».
«Este trabajo nos remarca que los conocimientos y terapias que normalmente se aplican solo a un tipo de cáncer podrían ser valiosos para otros”, agregaron los investigadores.
Para llegar a esos resultados, los científicos aplicaron un método de clasificación diseñado para cáncer de mama en datos de miles de muestras de más de 30 tipos de cáncer distintos que se encuentran disponibles en repositorios públicos.
En un siguiente paso, aplicaron distintos métodos estadísticos y bioinformáticos en búsqueda de patrones comunes.
“El próximo paso, en esta línea de trabajo, será utilizar y evaluar muestras de Argentina y la región, para estudiar y caracterizar a la población local”, expresó Fernández.
Del estudio también participaron Romina Girotti, del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), dependiente del Conicet; Gastón Soria, del Conicet y del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici), en Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba (UNC); e Iris García, del Cidie e investigadora de la UNC.
Otros de los investigadores fueron Andrea Llera, del Conicet y del Instituto Leloir, Aldana González Montoro, de la UNC, y Laura Prato, del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, dependiente de la Universidad Nacional de Villa María, en Córdoba.