“Una gran parte de los más de 20 mil científicas y científicos del Conicet están abocados en este momento a frenar la expansión del coronavirus”, informó ayer el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Día del Investigador Científico, que se celebra cada 10 de abril en homenaje al nacimiento de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina, quien marcó una bisagra estratégica en el desarrollo de la ciencia nacional.
El último lgro trascendente ocurrió hace pocos días, cuando un grupo de investigadores del Anlis-Malbrán (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Doctor Carlos G. Malbrán) logró decodificar la secuencia del genoma del Sars-Cov-2, el nuevo coronavirus, hito fundamental para el diagnóstico y una posible vacuna.
En el Instituto Leloir, en tanto, los investigadores trabajan en la producción de un test rápido de coronavirus, un examen sencillo y económico que, a partir de una muestra de sangre, permitirá determinar si una persona estuvo o está infectada de Covid-19.
“En tiempo récord logramos producir y purificar proteínas del nuevo coronavirus, que serán empleadas para producir test serológicos en Argentina”, afirmó al respecto Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL).
Los test serológicos detectan los anticuerpos que produce el organismo para neutralizar un virus y eliminarlo y, cuando la persona se cura, esos anticuerpos siguen en la sangre.
“Estos exámenes permitirán saber en toda la población quiénes estuvieron en contacto con el virus, incluso aquellas personas que han transitado una infección asintomática”, explicó Gamarnik, quien también es investigadora del Conicet.
Por otra parte, hace tres días, investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Cesar Milstein (ICT Milstein) y de la fundación Pablo Cassará informaron que trabajan en un “kit rápido” que detectará el genoma viral del Covid-19 a partir de hisopados bucales en sólo una hora.
“Para lograr este kit conformamos un equipo de investigadores con la capacidad de dar respuestas puntuales a problemas concretos como la pandemia que estamos viviendo”, afirmó Adrián Vojnov, investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Fitopatología Molecular del ICT Milstein.
El kit, que todavía debe atravesar pasos adicionales para ser validado, tiene como objetivo efectuar diagnósticos “rápidos y asequibles”, aseguraron los científicos.
Pero, sin duda, el descubrimiento que más expectativas generó en la comunidad científica y en la población en general en los últimos días fue la “secuenciación del genoma del coronavirus”, lograda por integrantes del Anlis-Malbrán.
“Este hallazgo es muy importante, se logró identificar el genoma completo del virus y las tres cepas diferentes de tres pacientes distintos en la Argentina”, destacó Claudia Perandones, directora científico-técnica del Malbrán.
Y, orgullosa, agregó: “Fuimos los primeros del país en hallarlo. En seis días logramos la puesta a punto de la secuenciación del genoma y en 20 minutos fue aprobado por la plataforma mundial en la que todos los países publican sus hallazgos y que contribuye a que se acelere el descubrimiento de la fórmula vacunal”.
Conocer las cepas que circulan en el país es una “información crítica”, explicó Perandones, porque es necesario para hacer la fórmula de las vacunas e identificar algunas características de los genomas que hacen que en algunos individuos “la contiagiosidad sea mucho mayor que en otros”, marcó.
De hecho, un consorcio de 27 investigadoras e investigadores de cinco instituciones públicas ya comenzó a trabajar en red. ¿El objetivo? Una vacuna contra el coronavirus. La articulación, en la que están involucradas la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Tecnológica Nacional con sus institutos especializados dio en tres semanas lo que en situaciones normales puede llevar hasta tres años.
El Conicet expresó, en torno a la fecha, que de todas las profesiones que existen, “la de la investigadora y el investigador científico es una de las pocas que requiere iguales dosis de pasión y de exigencia”.
“Porque en el universo de la ciencia los conceptos se ponen en revisión de manera constante”.
Ana Franchi, presidenta de ese organismo, sumó: “A las y los investigadores científicos nos desvela poder contribuir desde la excelencia a ser un país mejor. Por eso y sobre todo en un contexto tan difícil como el que estamos atravesando, ponemos a disposición nuestros conocimientos y recursos con nuestra mejor voluntad y responsabilidad, en el convencimiento de que será una colaboración decisiva para superar este desafío que involucra a toda la sociedad”.