Contrario a lo que se pensaba, el tapir sudamericano ha regresado a la región de Río de Janeiro, donde se creía extinto desde 1914. La reaparición de esta especie emblemática fue registrada en el Parque Estatal Cunhambebe, un refugio de 38.000 hectáreas, gracias a cámaras trampa que captaron imágenes de una hembra de tapir junto a sus crías.
Este hallazgo sorprendió a científicos y conservacionistas, demostrando la capacidad de la naturaleza para restaurarse frente a los efectos de la urbanización, la deforestación y la caza furtiva. El regreso del tapir, un “jardinero del bosque” crucial para la regeneración del ecosistema, reafirma la importancia de las áreas protegidas y los esfuerzos de conservación en la protección de especies amenazadas.
Esta revelación resalta no solo la resistencia del tapir, sino también la resiliencia de la Mata Atlántica, que sigue sorprendiendo con su capacidad de recuperación.
