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Cierre del «Año Saer» en Plataforma Lavardén

Luego de que en mayo tuviera lugar en la ciudad de Santa Fe el Coloquio Internacional Juan José Saer, hoy se llevará a cabo la jornada de cierre del denominado Año Saer, que concluye el despliegue reflexivo sobre la obra del gran escritor santafesino, y contará con un panel integrado por escritores e investigadores y con el estreno en Rosario del film Toublanc, dirigido por Iván Fund y producido por el ministerio de Innovación y Cultura de la provincia.

Además de la publicación de los libros El lugar de Saer, Una forma más real que la del mundo y A media borrar, y la construcción y exhibición de la muestra Conexión Saer, el film Toublanc coronaría esa producción de materiales sobre Saer. Inspirado libremente en la obra y persona del escritor oriundo de Serodino, Toublanc narra al menos dos historias en paralelo –su realizador asegura que incluso pueden ser más– en las que abundan elementos que remiten al escritor, tanto a lo que se tejió sobre su persona –usos y hábitos incluidos– como a aquello que se despliega en su literatura relacionado con lo formal y temático; algo del respirar saeriano late en Toublanc, en su factura y en su elección estética pero es justo decir que también esos rasgos vienen definiendo el cine de Ivan Fund, como puede verse en Los labios, hecha en coautoría con el dramaturgo y cineasta Santiago Loza, que aquí colabora en el guion, y en Hoy no tuve miedo, entre sus películas anteriores: descripción y deriva para captar un poco más de lo que la acción promueve.

Un policía parisino (el Toublanc del título) vuelve a su localidad natal para investigar el homicidio de un obrero asesinado por otro obrero en un baldío. A una profesora de francés santafesina la pone nerviosa un caballo suelto que dejaron en la esquina de su casa, vive una historia de seducción con un joven alumno y más tarde un policía la visita para preguntarle por un crimen que ocurrió en un baldío vecino. Dos historias que transitan en Toublanc y disparan imaginativas significaciones posibles.

A continuación, Fund comenta cómo fue pensar un film a partir de la vida y obra de uno de los más grandes escritores argentinos.

—Fuiste convocado para hacer un film inspirado en Juan José Saer, ¿lo habías leído?

—Fue una grata sorpresa que me convocaran para hacer esta película, primero porque me gustaba mucho Saer, aun sin haber leído mucho de su obra. Leí El concepto de ficción, algunos cuentos y había visto entrevistas en programas  y me entusiasmaba escucharlo. Cuando me invitan a hacer la peli no lo dudé ni un minuto, me estimuló que era un proyecto ideal para darle curso a mi curiosidad sobre este autor, me parecía que no haber leído tanto me jugaba a favor, porque iba a ser un encuentro más fresco, sin conceptos ya armados, que a veces te juegan en contra, era lo ideal para ponerme a leer toda su obra, a investigar, sentía que era un autor con el que podía entrar en resonancia, como cuando te encontrás con músicos, escritores o cineastas de otras épocas que te entusiasman, que te hablan como si fuera hoy.

—¿Por qué pensaste en dos historias paralelas?

—Uno empieza y a veces no se sabe si son dos o tres o cuatro historias, me interesaba que fuese como un juego de cajas chinas, que comenzase con el personaje de Toublanc y a la vez pudiese contener lo que le pasaba al personaje de la profesora y que a la vez dentro de esa historia apareciera la del alumno, y como una línea que atravesaba todas las otras, estuviese la historia del caballo, me imaginé como historias en cascada con una que atravesara todas las otras.

—La aparición del caballo remite mucho a Saer, sobre todo porque es difícil no pensar en “Nadie nada nunca”, donde la figura del caballo es central.

—Sí claro, obviamente la película no pretende ser una adaptación, sino que lo que quise es poner en relación ese tipo de imágenes y vínculos que me disparaba la obra de Saer.

—Al mismo tiempo puede verse como un film por fuera de Saer.

—No necesariamente tenés que haber leído a Saer para transitar la película y si lo leíste hay un montón de guiños y referencias en diferentes planos de la película, desde la narración hasta lo formal y lo temático, hay un montón de transmutaciones saerianas.

—En tu cine anterior ya estaban algunas cuestiones como el discurrir, lo descriptivo…

—Yo tenía en claro lo que no quería hacer, pero era inevitable que uno aparezca , las películas a mí se me manifiestan como si apareciese un carozo o un horizonte y después todas esas imágenes que luego uno va recopilando empiezan a gravitar en torno a eso y se empieza a generar este sistema. Acá corría con una ventaja mayor, porque esa médula era justamente Saer, todas esas inquietudes, en las que había muchas mías, tenían un asidero concreto que era ese universo suyo, todas las imágenes se ordenaban en torno a eso.

—El universo distendido de Saer donde todo cabe y no hay necesidad, a veces, de ninguna resolución, de resolver nada.

—Me gusta mucho esa idea de que sus relatos siempre llegan a una inconclusión final, una imagen muy potente, la película es un poco eso también.

—¿Por qué aparece el libro “Cicatrices” y no ningún otro?

—Un poco la propuesta que me hacen y las libertades que me tomo es de alguien que puede llegar a la obra de Saer desde otra distancia, no sólo generacional, sino desde otros ámbitos y sensibilidades también, no estar atado a las cosas que se han hecho, que fueron de gente contemporánea a él. Los relatos de Cicatrices, La pesquisa, incluso El entenado son más amables o tienen un rasgo de género, a diferencia de las que se consideran sus grandes obras, me pareció más interesante ir por allí, a mí Cicatrices me encanta y me parece que allí estaba todo su programa estético y era algo que tenía ganas de experimentar con mis películas, justamente tener este piso del género y desde allí abrir otros, como una especie de atajo, en ese sentido, la aparición de Cicatrices es como un guiño a la película también.

Momentos de la jornada

La jornada de cierre del Año Saer estará signada por momentos en los que la obra y figura del santafesino será objeto de diversas y agudas miradas. A las 18.30, en la Plataforma Lavardén, la ministra de Innovación y Cultura, Chiqui González; el curador del programa, Martín Prieto; y el secretario de Desarrollos Culturales, Paulo Ricci, presentarán el programa. Seguidamente, las sillas de la mesa de reflexión sobre la obra del autor de Glosa estarán ocupadas por los escritores Beatriz Sarlo, Nora Avaro, Alan Pauls y Martín Kohan. Y por último, tras el intercambio de miradas sobre Saer, se proyectará Toublanc, presentada por la subsecretaria de producciones audiovisuales de la provincia, Cecilia Vallina, el crítico Roger Koza y el realizador, Iván Fund.

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