Mariel Lezcano tenía 21 años cuando el 13 de octubre pasado fue acribillada en su casa de pasillo de Ayacucho al 4300, en barrio Tablada. Los dos presuntos tiradores fueron detenidos y en la imputación el fiscal Gastón Ávila dio a conocer que el instigador había sido Alan Funes, quien ordenó el pago de 30 mil pesos a los ejecutores desde el penal de Ezeiza. Cuando apresaron a los autores del crimen de Mariel en un allanamiento al histórico búnker de Chacabuco al 4100, los investigadores secuestraron el celular de S. Funes, de 16 años y hermana de Alan. Los resultados de los peritajes a ese teléfono arrojaron que la banda había cometido otros hechos y este miércoles hubo 21 allanamientos, entre los que se encuentran requisas a las celdas del propio Alan y a otros ocho privados de libertad en cárceles de Santa Fe y jurisdicción Federal. Entre las causas que ahora se agregaron hay seis balaceras contra domicilios, cuatro extorsiones –una de las víctimas es un ex directivo de la Bolsa de Comercio– y una tentativa de homicidio. Los operativos arrojaron cinco detenidos junto al secuestro de armas de fuego y con dosis de cocaína y marihuana.
Matar por 30 mil pesos: cómo se gestó el crimen de Mariel Lezcano y por qué señalan a Alan Funes
La investigación está cargo de la Unidad de Balaceras, Valeria Haurigot, y su par de Homicidios Dolosos Ávila, quienes solicitaron 21 allanamientos que las fuerzas provinciales y federales llevaron a cabo este miércoles por la madrugada y fueron en su mayoría en la zona sur.
Los cinco detenidos fueron identificados como Rosana R., Cristina P., Lorena O., Lucas O. y Valentino B. Además, los procedimientos permitieron secuestrar armas de fuego, dinero, teléfonos móviles y drogas, razón por la cual se cursó intervención a la Brigada Antinarcóticos y a la Justicia federal de Rosario.
Esta pesquisa comprende la trama de bandas de narcomenudeo que alimenta las disputas violentas por el liderazgo del territorio para la comercialización en la ciudad. La del clan Funes, pero también otra: Mariel Lezcano cumplía en la casa donde la asesinaron una pena federal con arresto domiciliario por haber integrado la banda de René «Brujo» Ungaro ahora distanciado de Alan. La causa sobre esa ejecución llevada adelante por el fiscal Ávila avanzó en la determinación de roles diferenciados dentro de los Funes, referidas a actividades que van del narcomenudeo hasta la planificación y ejecución de ataques a tiros contra domicilios y extorsiones armadas.
Es que, según voceros del caso, del teléfono secuestrado a la hermana de Alan, los peritos recuperaron información que permitió ligar a los cinco detenidos con seis balaceras, cuatro extorsiones, una tentativa de homicidio y el comercio de estupefacientes.
Las mismas fuentes indicaron que Alan Funes, condenado el año pasado a 35 años de cárcel por un homicidio y como miembro de una asociación ilícita y en la Justicia federal a 9 años por narcotráfico, continúa organizando la venta de drogas y el uso de la violencia desde prisión. El joven, de 23 años, es el líder de un clan que tiene a parte de la familia presa o asesinada, tras un largo enfrentamiento armado que comenzó a finales de 2016 en los barrios Tablada, Municipal y del Fonavi del Parque del Mercado contra otro grupo narcocriminal, los Caminos.
En el megaoperativo de este miércoles intervino el personal de la Policía Federal y miembros de la Policía de Santa Fe, que permitió detener a tres personas que contaban con pedidos de captura, precisaron fuentes de las fuerzas de seguridad.
Uno de ellos, fue Lucas O. señalado como gatillero y arrestado en Juan Manuel de Rosas 3600 donde le secuestraron un revolver, siete cartuchos y dispositivos tecnológicos. En ese mismo lugar cayó Lorena O. –tía de la pareja de Alan, Jorgelina «Chipi» Selerpe también con condena condicional por integrar la asociación ilícita–. Esta mujer era buscada por estar sindicada no sólo por hacer la logística de la banda con el acopio de armas y la organización de la comercialización de estupefacientes sino también por intervenir en una extorsión a un ex directivo de la Bolsa de Comercio. De acuerdo a esta versión, era empleada doméstica del empresario y fue la que pasó información para que los miembros de la organización criminal aplicaran en diciembre pasado el ya conocido: plata o plomo.
En tanto, otro de los que tenía pedido de captura era Valentino B., un joven que fue detenido en un departamento céntrico de Dorrego al 1100 que está señalado como tiratiros. En ese domicilio, el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) incautó casi unos 250 gramos de cocaína, poco más de 300 gramos de marihuana, 315.000 pesos en efectivo y 400 dólares en efectivo.
A su vez, en otro domicilio de pasaje Ercilia al 200 bis los pesquisas encontraron dos motos y 168 mil pesos en efectivo.
Los voceros del caso agregaron que, además de la AIC y de la Policía Federal, también intervino en los procedimientos el personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y de la Policía de Acción Táctica (PAT) y que las viviendas allanadas restantes fueron en Chacabuco al 4100, pasaje 1337 al 2800, Callao al 3900, Mitre al 1500, Juan B. Justo al 6900 y 8300, Teresa Monzón al 5200, bulevar Seguí al 4900, Colombia al 1200 bis, Sánchez de Thompson al 100 y al 200, Piceda al 3600, Gorriti al 6500, Garibaldi al 200, Hipócrates al 4600 y Ayacucho al 4300.
La oficina de comunicación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicó que las personas apresadas quedaron detenidas e incomunicadas hasta la audiencia imputativa que se hará en los próximos días donde se brindarán precisiones sobre su responsabilidad en los delitos investigados.