Cinco ejemplares de guacamayos rojos, parte de una especie que estaba extinta hace 170 años en Argentina, fueron liberados en los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes, donde “cumplirán un rol clave en la regeneración de los bosques nativos que se incendiaron en enero de este año”, informó hoy la Fundación Temaikén.
De esta forma, las cuatro hembras y un macho liberados en los montes de Yerbalito, al norte de los Estero de Iberá, forman parte de uno de los grupos “más numerosos liberados hasta ahora”, y su función viene a “reforzar la reintroducción de esta especie que estuvo extinta en Argentina por 170 años”, indicó la Fundación.
Los individuos, nacidos a fines 2020 en el Bioparque Temaikén (Buenos Aires) como parte de un programa de reproducción y cría, tenían programada su liberación en marzo, pero fue demorada por los incendios que afectaron casi el 60% de la superficie del Parque Nacional Iberá y el 13% del Parque Provincial.
“Estos guacamayos estuvieron aproximadamente nueve meses en Temaikén. Durante los primeros cinco meses fueron criados por sus padres, en aislamiento humano. Luego, se comienza a separarlos de sus progenitores y allí evaluamos los comportamientos que van desarrollando, por ejemplo, si pueden comer solos y cómo reaccionan ante la presencia de humanos, entre otros aspectos”, explicó Andrés Suáres, encargado de Población Animal de Fundación Temaikén.
Asimismo, para ser liberados, los cinco guacamayos completaron exitosamente una etapa de entrenamiento a cargo del equipo de Fundación Rewilding Argentina en el Centro Aguará, en Corrientes, que duró casi un año.
Este entrenamiento se debe a que, al haber nacido bajo cuidado humano, es necesario enseñarles a volar grandes distancias y permanecer en la copa de los árboles para evitar depredadores y conseguir alimento.
A su vez, la fundación Rewilding también monitoreará el desempeño de los guacamayos rojos en libertad mediante pequeños dispositivos con señal VHF que llevan en el cuello, y se les proveerá comida en forma decreciente hasta que puedan valerse por sí mismos.
En Yerbalito, los guacamayos contarán con gran disponibilidad de frutos de gran porte como timbó y palmera pindó para alimentarse, motivo por el que actuarán como “regeneradores de bosques”, ya que ayudarán a dispersar sus semillas para contribuir a recuperar la estructura y funcionalidad del ecosistema.
“El guacamayo rojo se extinguió en todo el país principalmente por ser víctima de mascotismo, de persecución por el tráfico de plumas y por la tala de bosques”, explicó Sebastian Di Martino, director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina.
Por este motivo, concluyó en la importancia de “trabajar activamente y seguir implementando proyectos de rewilding para restaurar los ecosistemas”.
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