Cinco militares iraníes murieron en un bombardeo en la capital siria atribuido a Israel por Teherán, que amenazó con vengarse, en un incidente que generó un nuevo temor a una escalada en la región por la guerra en la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí continuó su ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamas.
La Guardia Revolucionaria iraní indicó inicialmente que cuatro de sus «consejeros militares» murieron en el ataque en Damasco, así como «miembros de las fuerzas sirias», aunque unas horas después dio parte de la muerte de otro miembro de ese cuerpo del Ejército, que sucumbió a sus heridas.
La agencia de noticias iraní Mehr afirmó que entre los muertos figuran el jefe de inteligencia para Siria de la Guardia Revolucionaria y su adjunto.
El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, advirtió que Teherán «se reserva el derecho de responder» y precisó que las represalias llegarían «en el momento y el lugar adecuados».
Además, acusó a Israel de estar implicado en una «tentativa desesperada de propagación de la inestabilidad y la inseguridad en la región».
El edificio bombardeado, situado en el barrio de Mazzeh de la capital siria, resultó destruido y fue acordonado mientras los socorristas buscaban sobrevivientes entre los escombros.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), una ONG radicada en el Reino Unido que cuenta con una red de informantes en Siria, indicó que el bombardeo dejó 10 muertos.
Según la ONG, el barrio donde se registró el ataque es conocido por albergar a facciones palestinas proiraníes y a mandos de la Guardia Revolucionaria iraní, el ejército ideológico de Teherán.
«Es seguro que estaban apuntando a altos mandos» de esos grupos, dijo el presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman.
En el barrio de Mazzeh también hay oficinas de Naciones Unidas, embajadas y restaurantes.
En Israel, el ejército indicó a la agencia de noticias AFP que «no comenta informaciones de medios extranjeros».
El régimen sirio forma parte junto con Irán, Hamas, el movimiento libanés Hezbollah y los rebeldes hutíes de Yemen del llamado «eje de la resistencia», que tiene a Israel como enemigo regional.
Desde que empezó la guerra civil siria en 2011, Israel efectuó cientos de bombardeos en su territorio, dirigidos especialmente contra fuerzas afines a Irán, su rival regional, pero también contra posiciones del ejército de Damasco.
En los últimos meses hubo también ataques israelíes en los aeropuertos de Damasco y de Alepo, en el norte de Siria.
En la Franja de Gaza, en tanto, se escucharon disparos de artillería y bombardeos en el sur del enclave, especialmente en la zona de Khan Yunis, epicentro de las operaciones militares de los últimos días y donde Israel cree que se esconden los líderes de Hamas.
Las tropas israelíes destruyeron «infraestructuras terroristas» en toda la franja costera y golpearon lanzaderas de cohetes en Khan Yunis, según el Ejército.
El Ministerio de Salud gazatí indicó que los ataques israelíes causaron al menos 165 muertos en las últimas 24 horas.
Según esta fuente, las operaciones israelíes en Gaza dejaron hasta el momento 24.927 muertos, en su mayoría mujeres y menores de edad, y más de 62.000 personas heridas, además de un número indeterminado de desaparecidos bajo los escombros.
El conflicto comenzó el 7 de octubre con un ataque sin precedentes contra el territorio israelí del grupo islamista palestino y otras milicias del enclave.
Los milicianos mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a unas 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina. Alrededor de un centenar fueron liberadas en noviembre durante una breve tregua, en un intercambio por presos palestinos.
Además de su operación militar, Israel mantiene desde el 9 de octubre un «asedio completo» a Gaza y ejerce un bloqueo prácticamente total de la entrada de agua, alimentos, medicamentos y combustible.
Estados Unidos, principal aliado de Israel y apoyo clave en esta guerra contra Hamas, pidió en las últimas semanas reducir las víctimas civiles en Gaza y defendió la creación de un Estado palestino como garantía de seguridad regional.
En una conversación telefónica mantenida este viernes, la primera entre ambos en casi un mes, el presidente estadounidense Joe Biden insistió ante al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la importancia de una solución de dos estados para poner fin al conflicto.
Netanyahu, por su parte, le reiteró su oposición a la «soberanía palestina» de Gaza y apuntó al «requisito» de la seguridad, según indicó su oficina este sábado.
«El primer ministro Netanyahu repitió su posición constante desde hace años, que también expresó en una conferencia de prensa el día anterior: tras la eliminación de Hamas, Israel debe permanecer en pleno control de seguridad de la Franja de Gaza para garantizar que Gaza ya no supondrá una amenaza para Israel, y esto entra en conflicto con las demandas de soberanía palestina», indicó en un comunicado.
De todas formas, un alto cargo de Hamas rechazó los comentarios del presidente estadounidense.
«La ilusión que predica Biden a favor de un Estado de Palestina (…) no engaña a nuestro pueblo», reaccionó en un comunicado Izzat al Richiq, miembro del buró político del grupo palestino.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, sostuvo que la solución «de dos Estados debe ser impuesta desde el exterior para traer la paz» y acusó a Netanyahu de estar boicoteando esta vía.
«Para impedirla, han llegado ellos mismos a crear Hamas. Hamas ha sido financiado por el gobierno de Israel para intentar debilitar a la Autoridad Palestina de Al Fatah», el principal partido político del gobierno palestino en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este, denunció.
El conflicto en Gaza también agrava las tensiones entre Israel y los grupos armados en la región respaldados por Irán, como el Hezbollah libanés o los hutíes de Yemen.
En Yemen, Estados Unidos volvió a bombardear este viernes posiciones de los rebeldes hutíes después de que estos reivindicaran un ataque contra un petrolero estadounidense en el golfo de Adén.
Y en la frontera entre Israel y el Líbano, otro punto caliente, el Ejército israelí bombardeó emplazamientos de Hezbollah en el sur de Líbano, después de que el movimiento islamista atacara Israel.
La guerra que lleva adelante Israel contra Hamas en Gaza ha generado también protestas en el mundo.
Miles de personas con banderas palestinas y lemas contra Israel marcharon este sábado por Madrid y otras ciudades españolas para pedir que se detenga «el genocidio en Palestina», mientras que en Vicenza, en el noreste de Italia, manifestantes propalestinos que protestaban contra la presencia de expositores israelíes en una feria internacional de joyería se enfrentaron a la policía.
A la vez, cientos de personas marcharon hoy por las calles de la ciudad israelí de Haifa contra la guerra, en la primera manifestación autorizada en esa localidad, mientras que familiares de rehenes israelíes en manos de Hamas acamparon anoche frente al domicilio de Netanyahu para exigirle que pacte inmediatamente un acuerdo para el retorno de sus seres queridos después de más de 100 días de secuestro.