La ingesta de azúcar es muy común en la mayoría de las dietas de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda consumir un máximo de 50 gramos diarios, y preferiblemente no más de 25 gramos. Eso equivale aproximadamente a un yogurt de frutas azucarado o una pequeña cantidad de chocolate.
Según la doctora alemana, Lela Ahlemann, especialista en dermatología, flebología, proctología y medicina nutricional, explica cuáles son las señales que a identificar para reducir el consumo:
#1 Hambre a todas horas y aumento de peso
«Si tomas demasiado azúcar siempre tenés hambre», dijo la doctora Ahlemann. «Eso sucede porque, a corto plazo, el azúcar eleva los niveles de glucosa en sangre, pero al carecer de fibra no tiene un efecto saciante. En consecuencia, el hambre y la continuada ingesta de alimentos conducen a un aumento de peso, algo que siempre hemos asociado al exceso de azúcar».
#2 Acné o aparición de manchas en la piel
«El azúcar no solo aumenta el nivel de insulina, sino también el de IGF-1, una hormona de crecimiento similar a esta», señala la doctora Ahlemann. «Junto con la insulina, la IGF-1 estimula las glándulas sebáceas y fomenta la segregación de queratina, que las obstruye y da lugar a granos y a la inflamación de la piel».
#3 Antojos y cambios de humor
«El elevado aumento de los niveles de glucosa en la sangre libera tanta insulina que el azúcar en la sangre no recupera el nivel normal, sino que queda por debajo de la línea de base. Eso provoca hipoglucemia, que a su vez conduce a los antojos y, a veces, a alteraciones anímicas y mal humor», afirma la doctora Lela Ahlemann.
#4 Debilitación del sistema inmunitario e inflamación interna
«Normalmente, el cuerpo absorbe el azúcar a través del intestino delgado. Pero si la cantidad de azúcares simples que ingerimos (como la glucosa y la fructosa) sobrepasa la capacidad de nuestro intestino delgado, ese azúcar acaba en el intestino grueso y las bacterias que hay en él lo absorben y se multiplican», explica la doctora Ahlemann. Según la experta, dichas bacterias contienen endotoxinas (los llamados lipopolisacáridos), que pueden pasar del intestino al torrente sanguíneo y provocar una inflamación interna que no es apreciable por los sentidos, pero que acelera el envejecimiento del organismo y debilita el sistema inmunitario».
#5 Rápido envejecimiento de la piel
«Está científicamente demostrado que un elevado consumo de azúcares da lugar a los llamados AGE (Productos finales de glicación avanzada), que destruyen las fibras de colágeno», señala la doctora. «Idealmente, dichas fibras discurren en paralelo; pero el exceso de AGE hace que su tejido conjuntivo se cruce, volviéndolo rígido y quebradizo y mermando sus propiedades. Además, el exceso de azúcar hace que disminuya la capacidad de autorregeneración del cuerpo, por lo que el colágeno se deteriora aún más».