La cirugía plástica reparadora es la solución para muchísimos casos de pacientes con quemaduras graves y permite restablecer la función y la forma de los tejidos tras accidentes o enfermedades graves, por lo que su relevancia en la salud pública crece siguiendo una tendencia mundial.
Lejos del preconcepto de la frivolidad, la cirugía plástica puede ser reconstructiva o reparadora y es la más requerida, tanto a nivel de los centros de salud privados como en las clínicas que atienden a las obras sociales y en los hospitales públicos, donde está al alcance de todo aquél que la necesite.
“La cirugía plástica comprende la cirugía estética o cosmética y la cirugía reconstructiva o reparadora, a través de la cual cubre importantes necesidades en el sistema de salud, dando solución a un sinnúmero de problemas de la población a través de las técnicas de cirugía maxilofacial, la cirugía plástica infantil, la cirugía plástica oncológica y la cirugía del quemado”, describió Ricardo Losardo, presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA).
Dos grandes mentores, a nivel nacional, tanto de la técnica como de la función social de la cirugía plástica argentina fueron los eminentes cirujanos Ernesto Malbec y Héctor Marino, quienes a partir de la década del 50 abogaron por la plena inclusión de esta compleja especialidad en el sistema público de salud del país, además de crear centros públicos y privados donde operaban tanto a celebridades como a personas sin recursos.
“Una adecuada y oportuna atención de un paciente quemado, de un niño con una malformación congénita, de un paciente accidentado con un traumatismo facial, de una mujer operada por un cáncer de mama y que debe reconstruir sus senos, son algunos de los problemas más comunes en los que la cirugía reconstructiva se vuelve útil e indispensable, y permite solucionarlos parcial o totalmente”, comentó Losardo.
En la actualidad, gran parte de los hospitales públicos argentinos cuentan con sus áreas de cirugía plástica encabezadas por especialistas de primer nivel, donde se realizan diversos procedimientos, desde cirugía estética a reparadora.
“La cirugía reconstructiva más frecuente está relacionada con los tumores de piel”, explicó Daniel Castrillón, secretario de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, quien destacó que son muy significativos los casos de pacientes ancianos, con tumores de más de cinco o seis centímetros en el rostro o en las manos, que revelan que se han dejado estar.
“En estos casos, si bien el resultado estético es muy importante, el especialista debe actuar con un criterio que priorice en primer lugar la vida del paciente, en segundo lugar la función de los tejidos, y en tercer lugar la estética”, añadió.
Castrillón concluyó que la “prioridad es extraer todo el tumor para salvar la vida del paciente, luego que la parte del cuerpo dañada pueda seguir funcionando, y por último la estética, que también es un aspecto muy importante para la calidad de vida”.
A su vez, Losardo comentó que los procedimientos de cirugía reconstructiva “vienen aumentando sostenidamente a través de los años, porque los pacientes consultan más tempranamente y no llegan al hospital con lesiones tan avanzadas”.
Si bien no hay estadísticas firmes sobre la cantidad de estos procedimientos en el ámbito nacional, el especialista aseguró que “la cantidad de socios de la SCPBA –que en la actualidad son más de 500– se ha duplicado en los últimos veinte años, lo que da una idea clara del crecimiento de la demanda”.
Si bien es cierto que muchos de los especialistas se dedican a la rama más puramente estética de la especialidad, “todos los médicos especializados en cirugía plástica han realizado, por lo menos en un principio, procedimientos de cirugía reparadora”.
La cirugía reparadora, por ejemplo, representa casi la mitad de los procedimientos que se realizan en el Hospital del Quemado de la Ciudad de Buenos Aires: según cifras publicadas por el Ministerio de Salud porteño, durante 2011 ingresaron en ese centro 1.383 pacientes, de los que 661 debieron pasar por el quirófano.
En el Hospital de Oncología María Curie, por otra parte, el 41 por ciento de las internaciones efectuadas durante ese mismo año –736 de 1794– correspondieron al área de cirugía, y en los consultorios de cirugía plástica, maxilofacial, mamaria y estomatológica se recibieron en total en el año más de 2800 consultas de pacientes demandando este tipo de operaciones.