¿Llegará a comprender alguno de los 1.300 millones de chinos lo que logró esta selección argentina de básquet? Quizás tengan alguna muestra cabal con el grupo de locos que desafió a un dólar ingrávido para acompañar al plantel albiceleste a miles de kilómetros de casa, pero difícilmente entiendan lo que significa captar la atención de un país en el que la mayoría absoluta se mantiene en un recipiente hermético y con paredes aislantes cuyo único contenido deportivo es el fútbol.
En época de mundiales, y más si vienen con victorias, la repercusión se magnifica y los ejemplos positivos se reconocen, al menos desde el discurso, por lo que el notable rendimiento de El Alma tiene el “rebote” merecido en elogios y respeto de especialistas y simpatizantes incluso en el siempre mundo de las redes sociales.
Quizás por eso en las futboleras calles rosarinas alguna que otra charla informal de básquet se haya mezclado con la asfixiante previa del clásico rosarino, lo que ya es mucho decir. Y por eso es más que probable que desde las 9, la mañana argentina encuentre a mucha gente siguiendo los destinos de Luis Scola y compañía frente a Francia en la semifinal mundialista, allá en la mítica Pekín.
Sonará redundante analizar los méritos del plantel albiceleste, desde su construcción y contracción táctica para contener el poderío de los rivales y equiparar desventajas físicas tan evidentes como poco efectivas ante el trabajo argentino.
Sería injusto hablar de hazañas o de sorpresa cuando cada una de las victorias estuvo justificada con una actuación magnífica en ofensiva, desde la imaginación de Campazzo para llevar a la realidad algunas situaciones salidas de un sueño hasta la sencillez de resolución del eterno Scola ante las situaciones más complejas.
Porque Garino anuló a cuanto rival estuvo enfrente y porque Delía fue por un rato el pivot que nunca tuvo el equipo desde que empezamos a extrañar a Oberto. Y porque Deck es Deck y no es Nocioni sólo porque nació en Colonia Dora y no en Gálvez.
Pero Argentina es mucho más y allí está su fortaleza. Está en Caffaro figura aún sin anotar y con apenas algunos minutos en cancha, o en Vildoza con un triple salvador como en Mar del Plata. Tal vez en Brussino y su robo para volcarla como cuando jugaba en Adeo. También por Laprovittola, que ya ganó, pero en serio.
Enfrente estará Francia, que es tan difícil como Serbia, tan candidato como Estados Unidos, tan atemorizante como España y tan explosivo como Australia. Pero claro, lo es para los de afuera, porque sale Scola a explicar que no son sorpresa, que sabían que era posible y que la mirada de ser punto es la del otro y no la de ellos.
Y bueno, si tienen ganas de ser banca, ¿quién tiene derecho a discutirles?
Rudy Gobert y sus variantes, Evan Fournier y su gol, Nando De Colo y su lectura, Nicolas Batum y su talento. Armas le sobran. El pibe Frank Ntilikina, los potentes M’Baye y Lessort, más los nombres de recambio que aportan.
No hay cualquier equipo enfrente y ganar o perder también dependerá de detalles. De controlar el rebote atrás, de equiparar desventajas y potenciar talento. De correr y de que entren los triples. Pero es una semifinal del mundo en la que todo puede pasar y en la que jugarla ya es el éxito en sí.
Aunque Scola se enoje cuando digan que es sorpresa, Argentina en este mundial camina en el sendero de lo utópico, desafía con lógica y argumentos basquetboleros el terreno de lo increíble. Por eso habrá que soñar con ganar, y después discutirle al Luifa si es hazaña o no meterse en la final de otro Mundial.
La otra semifinal
Australia y España se enfrentarán desde las 5 en el otro duelo de semifinales del certamen, mientras que el jueves Serbia derrotó a Estados Unidos por 94 a 89 y jugará por el quinto puesto frente a República Checa, que venció a Polonia 94 a 84.
También quedaron definidos los puestos olímpicos que repartía el Mundial de China, con Japón por ser dueño de casa y cuatro pasajes a jugar en los repechajes, las siete plazas en juego quedaron para Argentina, Estados Unidos (América), España y Francia (Europa), Irán (Asia), Australia (Oceanía) y Nigeria (África).
Los repechajes preolímpicos tendrán a Lituania, Italia, Grecia, Brasil, Rusia, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Nueva Zelanda, Alemania, Túnez, Turquía, Canadá, Serbia, República Checa y Polonia. La Fiba tendrá ocho plazas para “invitados” y de cada grupo de seis clasificará a Tokio sólo su ganador.
Con voz rosarina
Todas las transmisiones del Mundial ganaron adeptos y le dieron al básquet un encendido poca veces logrado durante las competencias habituales. Y dentro de una gama que ofrece desde la TV pública hasta DeporTV, pasando por TyC Sports, hay una que ganó repercusión máxima por su calidad y plus emotivo. Y si bien hay un gran mérito en la calidad del dorado Pepe Sánchez para hacer entender sus conceptos y en el aporte de números de Pablo Viola, la atención se la gana con justicia el relator rosarino Carlos Altamirano. Para el mundo del básquet no es noticia, pero el público en general descubrió a un tremendo profesional que se apasiona y contagia ese sentimiento. Y que, como se largó a hacer promesas por cada victoria albiceleste, ahora ya se comprometió a relatar fútbol y hasta sumo.