Dos policías que prestan servicio en la sección Seguridad Personal deberán comparecer el próximo martes 24 de septiembre ante el juez de Instrucción Juan Andrés Donnola, quien tiene a su cargo una investigación iniciada tras la denuncia de un hombre apodado Toro, que dijo haber sido detenido en forma ilegal por policías hace dos meses, minutos después de haberse retirado del Hospital de Emergencias en auto junto a un amigo, conocido como Coco. Si bien Toro luego cambió su denuncia y confesó que había inventado todo, la Justicia sigue adelante para intentar desentrañar el episodio en el cual fueron nombrados agentes en actividad solicitando una suma de dinero para no armar una causa; el pedido de 50 mil pesos a Milton Damario, cuando éste estaba prófugo, de parte de Toro y su insólita respuesta, dada a este diario por su abogado, Marcos Cella: “Fue una chiquilinada para sacarle una moneda porque estaba necesitado de plata”. Quienes el martes se sentarán en el Juzgado de Instrucción 7ª y prestarán declaración informativa son dos agentes que se movilizaban en un auto y fueron parte de ese operativo que a primera vista surge como confuso.
La decisión del juez de citar a los uniformados es para intentar desentrañar lo que realmente ocurrió el 22 de julio, cuando Carlos Damián E., alias Toro, salía en un automóvil Volkswagen Bora del hospital de Emergencias junto a otro hombre conocido como Coco. A las pocas cuadras fueron detenidos por policías que estaban en un VW Polo y dijeron ser de la División Judiciales. Toro y Coco fueron llevados hasta la Jefatura, pero en el libro de actas solo figura la entrada del segundo y nada se sabe que fue lo que pasó con Toro.
Coco fue quien denunció el arresto irregular en Fiscalía, diciendo que los policías eran de Seguridad Personal y no de Judiciales y que podría reconocerlos si volvía a verlos. La causa que recayó en el juzgado de Instrucción de Donnola.
Ante el magistrado Coco refirió que junto a Toro ingresaron al predio de Jefatura en el mismo rodado, pero que una vez en el interior de la dependencia los separaron. Allí le informaron que estaba demorado por averiguación de antecedentes y tres horas después fue liberado, aunque se retiró del lugar sin su compañero, refirió una fuente judicial.
Este dato fue corroborado en los registros de la brigada de Seguridad Personal, donde también se supo que vehículo utilizado por los uniformados corresponde a la flota de automóviles que utiliza la Policía.
Otro de los elementos que se sumó a la causa fueron escuchas telefónicas en torno a Luis “Pollo” Bassi, prófugo de la Justicia provincial como presunto integrante de una banda criminal ligada al narcotráfico. Es que en una conversación, Toro le pedía a Milton Damario 50 mil pesos para que uniformados no le “planten drogas” y compliquen su situación procesal, ya que si le armaban esa causa iba a volver a quedar tras las rejas (está gozando de salidas laborales mientras está procesado por homicidio).
En un primer momento, Toro reconoció la existencia de la presunta extorsión y el llamado a Damario pidiendo dinero. Sin embargo, la semana pasada, el hombre negó todo ante el juez Andrés Donnola. Entre otras cosas, dijo que le mintió a Damario para sacarle plata. Y sobre la denuncia hecha por escrito, que lleva su firma, sostuvo que lo hizo sin leer el contenido de lo que serían sus propios dichos.
Por las idas y vueltas de Toro y ante la balacera que recibió el frente de la casa donde vive su familia, el juez Donnola presume que todavía queda mucha tela para cortar en el tema, y por ello el martes les tomará informativa a los dos uniformados.