No pasó desapercibido y llegó el “llamadito” de atención. El cartel que rezaba “matar o morir” durante el banderazo que tradicionalmente organiza la hinchada de Newell’s en la previa del Clásico generó mucha polémica. Los medios de prensa de todo el país se hicieron eco de la fuerte amenaza que recibió el plantel que comanda Diego Osella y sorpresivamente las autoridades nacionales quisieron tomar cartas en el asunto.
Cerca del mediodía, el Ministerio de Seguridad de la Nación realizó un llamado a través de su titular Patricia Bullrich sugiriendo que el Clásico se jugara sin público. Del otro lado, Maximiliano Pullaro, máximo referente de la seguridad en la provincia, atendió la recomendación, pero le aseguró que el partido se podía realizar con hinchas con las garantías que le daba el gobierno provincial.
Así, el “consejo” de Nación quedó sólo en eso, una advertencia que finalmente quedó sin efecto. “Imagínense que hacer jugar un clásico sin público a 48 horas del mismo, lejos de prevenir violencia, el efecto sería el contrario”, opinó Diego Maio, Coordinador de Seguridad para Competencias Deportivas de Santa Fe.
Pero el Gobierno de la Nación no fue el único en expresar su preocupación. Desde AFA también dieron a conocer su repudio por los hechos de violencia. Y así lo expresaron en un breve comunicado, en el que también hacían mención a las pintadas en la sede de Gimnasia y la agresión a jugadores de Colón. Además, según averiguó El Hincha, desde la casa madre del fútbol argentino se comunicaron con la dirigencia de Newell’s para “advertir” de que en caso de disturbios durante o luego del partido, el club recibirá “una severa sanción”, algo que el propio club reconoció en su cuenta oficial de twitter donde solicitó a los hinchas “un buen comportamiento para evitar una dura sanción”.
