Política

Perfiles de gestión

Claudia Giaccone: “Soy una dirigente política que toma riesgos, que toma decisiones difíciles”

La actual subsecretaria de la Región Centro es la dirigente peronista que se animó a dar el paso para integrar el gobierno provincial. La ex diputada provincial y nacional sueña con un gran "frente de la racionalidad", con fuerte "eje federal", que se oponga a las políticas de Milei


Claudia Giaccone es la pata peronista de Unidos. Ex diputada nacional, provincial y secretaria de Deportes durante la gestión de Omar Perotti, en 2023 decidió jugar por fuera del peronismo, después de haber abandonado por decisión propia al anterior gobierno. Muchos se fijaron en sus votos de cara a la elección general, pero finalmente fueron los dirigentes del socialismo los que la sumaron a la propuesta de Unidos. Finalmente, el gobernador Maximiliano Pullaro la convocó para representar a la provincia en la Región Centro, una sociedad estratégica que cobra cada vez más valor a la luz de las políticas prescindentes del interior del gobierno nacional.

La dirigente peronista critica fuerte a Perotti y exhibe chapa de representante del ex gobernador Juan Schiaretti en la provincia. Destaca la capacidad de trabajo de Pullaro y la confianza que tiene en los distintos cuadros de gestión, algo que ella valora como la antítesis de lo que vivió cuando le tocó gestionar en la última administración peronista. Hacia el futuro, y ya en el marco nacional, Giaccone apuesta a un gran “frente de la racionalidad” que se oponga a las políticas del presidente Javier Milei.

—¿Cuál es tu análisis sobre el último gobierno peronista en la provincia?

—En principio quiero rescatar que después de 12 años en que fuimos oposición había un entusiasmo muy grande, y el peronismo fue unido en toda su diversidad, con un candidato que creíamos nos iba a dar la posibilidad de estar varios períodos en el gobierno. Y creo que la desilusión fue enorme, porque nos encontramos con una mirada muy mezquina, muy poco generosa. Yo creo que un líder tiene que persuadir y convencer, pero para eso uno tiene que escuchar, y no desconfiar de quienes están al lado.

Yo por muy poquitos votos no entré como diputada, acepté acompañar la gestión y quería hacer de todo, quería demostrar que veníamos a hacer una gestión mejor. Si estábamos en la oposición y criticábamos, teníamos que demostrar que lo podíamos hacer mejor, que teníamos mucho para hacer, yo venía de sacar muchas leyes, y cuando uno está en el Ejecutivo más que nunca tiene que llevar adelante ese tipo de política pública. Y lo cierto es que en mi caso, y muchos de los compañeros y compañeras, nos vimos atados a una mirada muy mezquina, muy acotada, de no confianza. Y se terminaba en el miedo a hacer por ser reprobado. En mi caso creo que fui una de las pocas, si no la única, que volvió al llano.

El político tiene que sentir que la función pública no es un lugar cómodo. Es muy cómodo tener oficina, cargo, auto oficial, pero si vos no podés responder, en mi caso en Deportes, a más de mil clubes, con la diversidad que tenemos en nuestra provincia, en medio de una pandemia…Nosotros hicimos el primer protocolo que abrió clubes y gimnasios en todo el país. Estábamos mucho en la calle, veníamos a demostrar un gran compromiso, y cuando no lo pude seguir haciendo no me pude quedar en un lugar donde no podía hacer nada. Es indigno ocupar un lugar en la función pública donde una no pueda servirle a la sociedad. Yo hablé mucho con mucha gente que me pedía que me quedara, pero sentí que no había manera, que no había lugar, porque no había generosidad ni confianza.

—Insistís en la palabra confianza, ¿por qué?

—Porque el modelo de gestión era muy personalista, como que todo tenía que pasar por una mirada. Y eso es más engorroso, lleva más tiempo, y el que conduce no siempre sabe de todo y conoce el detalle de todo, de lo que vos vas conversando con los actores de todos los sectores. Pero no es lo mismo que cuando hay confianza y te dicen “esto no me gustó” y vas para atrás, y no que tengas que esperar para avanzar cuando vos tenés un claro termómetro de lo que pasa en tu área. Quien compone un gobierno se supone que pone a la gente más capaz en todos los lugares, que saben qué hay que hacer, tienen trayectoria, como en mi caso la defensa de los clubes de barrio, de las asociaciones civiles, de que tengan el menor problema con los papeles, porque sabemos lo que significa una asociación civil, donde nadie cobra, garantizar que viaje la categoría tal de hockey, ¿y en medio de eso se le ponen mil trabas para la personería jurídica? Cuando había que pensar cómo lo hago más fácil. Uno tiene que llevar adelante transformaciones que necesitan determinados cambios en la burocracia y eso se hace con un gran respaldo de quien abre las puertas y deja que uno avance. Eso llevó a un grado de inmovilidad del gobierno, inmovilidad de ministros, eso lo habrá visto la sociedad. Y la situación detonó con algunas decisiones, cuando una trabajaba para que en la pandemia los clubes pudieran recibir fondos sin tanta burocracia, y desde otro lugar se decidían aportes muchos más grandes para algunos. También eso me hizo mucho ruido. No opté por confrontar, no opté por irme y ser una voz crítica. Al contrario, me corrí porque yo me sentía mal, pero uno siente que un gobierno tiene la validación del apoyo popular.

—¿Cómo fue esa decisión? ¿Lo hablaste con Perotti en ese momento?

—Sí. Pero no es que renuncié sola. Salvo una secretaria que quedó en mi lugar, todo el equipo que a mí me acompañaba se fue. Yo hablé dos horas con el gobernador, donde le expliqué claramente lo que yo sentía, obviamente tuve una propuesta de él de continuar, pero quiero ser muy sincera. No es que porque iba a ir a otro lugar, iba a cambiar la situación, porque yo tenía ya un diagnóstico de cómo operaba esa gestión. Hablé mucho porque a mí me parecía que le aportaba lo que yo decía a quien conducía en ese momento y a veces desconocía algunas cosas. Yo decidí dar un paso al costado.

Pensé en un momento poder participar en esa elección de 2021, pero después se complicó, fue una interna difícil, que terminó teniendo el justicialismo, muy difícil en ese momento. Y bueno, directamente esperé al 2023, ya afuera de la estructura partidaria. Porque consideré que no podía ir a una interna para después quedar dentro de una lista donde yo tenía que pedir el voto para lo que ya critiqué. Fue una decisión muy difícil, que hablamos mucho con los que me acompañan, porque no fue fácil salir de una estructura en la que había estado toda la vida. Y me acompañaron por esta cuestión de coherencia, de no tener discursos que pudieran hacer ruido. Sabíamos que era difícil, de hecho por muy poquitos votos no entramos a la Legislatura, pero sabíamos qué ya no íbamos a acompañar. Por eso quizás este paso de sumarnos a un frente. Yo hablé mucho con algunos de los que fueron candidatos en ese momento, de poder armar algo diferente desde afuera, porque la estructura partidaria es una herramienta. Una los ideales, las banderas, las sigue teniendo, y después esto se demuestra con los hechos.

—Es decir, vos seguís perteneciendo al movimiento justicialista, pero no a la herramienta electoral, que sería el Partido Justicialista.

—Exactamente, nosotros estamos armando una estructura partidaria, propia, que tiene una terminal nacional en lo que está armando Juan Schiaretti, y de hecho lo acompañamos el año pasado. Nosotros decidimos hacer un camino diferente, que era más difícil, porque era más cómodo ir a una interna donde vos quedabas en una lista y te arrastraba como para llegar a la cámara. Preferimos hacer el camino más difícil, demostrando que lo que decimos lo hacemos. Y ahí se dio la convocatoria de Maximiliano Pullaro de formar parte de esta gestión, previo acuerdo con el socialismo, con Clara García.

—¿Cómo fue esa conexión con Pullaro para encabezar un área estratégica como la Región Centro?

—Esa lista que encabecé sacó 32 mil votos, una cifra nada despreciable, en la categoría de legislador provincial. Yo sinceramente me iba a mi casa. No tenía plan B. Lo digo con mucho dolor, porque uno cree que tiene mucho para dar, porque conozco lo que hago y soy una apasionada de lo que hago, pero era la opción que tuvimos. En ese momento, Joaquín Blanco, Clara García y distintos sectores del socialismo nos dijeron si queríamos acompañar, de hecho nos llamaron de todos los sectores, menos del justicialismo.

Yo siempre pensé que el justicialismo tenía que ser parte de un frente mayor, como lo que hizo Unidos, muy sabiamente, nosotros no pudimos ni sostenerlo hacia adentro en el gobierno.

—¿Ellos te llamaron antes de la elección general?

—Sí, yo acompañé a Clara en muchas instancias, y ahí quedamos en conversaciones. Yo siempre pensé que no era una incorporación mía, personal. Finalmente me llama Maximiliano (Pullaro) con una propuesta muy generosa. Yo lo pensé mucho, porque había tenido tan mala experiencia, y es la primera vez que lo digo públicamente, me costó mucho tomar la decisión, el gobernador me dejó charlar con él para ver el lugar, a mí me parecía que el contexto nacional daba para trabajar mucho en la región, en un eje federal, porque más o menos una veía ya cuál era el camino que iba a tomar el gobierno nacional, y que teníamos mucho para decir, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, con liderazgos jóvenes, de distintos partidos, porque sigo pensando que es necesario restablecer la política desde la diversidad.

Acepté sumándome en un lugar maravilloso, que vamos haciendo cada vez más visible y que se ha convertido en un actor protagónico de la escena nacional. La Región Centro lleva 26 años y nadie lo sabía. El acuerdo es que era un espacio que se sumaba, no yo. Yo soy una dirigente política que toma riesgos, que toma decisiones difíciles. Ya en el 2015 armé una lista propia, mujer sola, y saqué 70 mil votos. Pero yo había trabajado mucho siendo legisladora nacional. El acuerdo era por el espacio que se sumaba, de hecho hoy se habla de la pata peronista dentro de Unidos. Yo le agradezco a todos los sectores, por el respeto mutuo, y la idea de priorizar la gestión, con una conducción muy fuerte, muy generosa, con mucha confianza que nos da para avanzar en una línea de trabajo y en un objetivo común, creo que tengo que agradecer a todos los partidos de Unidos que integran la gestión. Nos integramos para sumar muy humildemente.

—El espacio peronista que vos representás, ¿cómo está integrado?

—Tiene referentes de muchísimas localidades de la provincia, sobre todo del interior, también de Santa Fe, de Rosario, hay dos presidentes comunales, y dirigentes que nos acompañan desde hace mucho tiempo. Yo respeto mucho a quien te acompaña desde un lugar, pone la cara por vos, pide el voto por vos, con la confianza de que vas a responder los pedidos. Y va creciendo, hoy estamos conformando el partido Hacemos, que es un partido que tiene una implicancia provincial, que se va a sumar a Unidos y nacionalmente va a formar parte de esta línea que está llevando adelante un ex gobernador que hizo realidad el desarrollo, de generar políticas públicas que han mejorado a toda una provincia. Y que también está armando una gran coalición, como él dice, del sentido común. Un gran frente de la racionalidad, de un país normal que tenemos que tener, por una vez en la vida tenemos que tener un país que piense que hay que crear trabajo, que hay que fomentar las inversiones, que tenemos que tener infraestructura ligada al desarrollo, que tenemos que incorporar las nuevas tecnologías a la producción, que tenemos que tener un eje federal, además del superávit fiscal, todo lo que tenga que ver con un desarrollo genuino, que redunde en un país más equilibrado, que no mire ni la bicicleta financiera ni las magias de algunos discursos. Y creo que va a tener un armado de proyecto nacional, con un eje en el interior muy fuerte, y eso lo estamos construyendo. Lo estamos construyendo hoy, paso a paso, por eso pienso que es una oportunidad enorme la que tenemos, desde la Región Centro, porque son provincias que tienen un sector privado muy fuerte, que apoyan ese sector privado, y con dos o tres ejes de política pública crecen exponencialmente. Tenemos los puertos, la Hidrovía, tenemos todo.

Somos parte de Unidos a nivel provincial y vamos a respetar la estrategia que tenga Unidos en la provincia. Nacionalmente estamos en la terminal de Hacemos, que ya tiene cinco distritos aprobados.

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