Todo puede pasar en este frenético e irregular torneo Clausura de primera división. Once equipos, sí, once equipos están separados por apenas seis unidades, por lo que nada está dicho cuando ya se ha disputado más de la mitad del campeonato.
Hoy River, por lo menos hasta que mañana juegue Vélez, está parado en el escalón más alto del podio. Y ha demostrado méritos suficientes como para ubicarse en la cima. Cinco encuentros sin conocer la derrota (tres victoris y dos empates), 320 minutos sin que Carrizo busque el balón dentro del arco y un rendimiento que luce, pero que da réditos. Hoy el Millo necesita sumar. Y vaya si lo está consiguiendo. Quizás en un par de fechas se sabrá si peleará por la corona, pero por ahora camino sereno y con paso de serio aspirante. ¿Le alcanzará?
Ahí nomás de River está Vélez, quizás el equipo más vistoso del certamen. El domingo sumó en el epílogo en Santa Fe y si mañana le gana el pendiente a San Lorenzo se pondrá el «1» en la espalda. Gareca apostó fuerte jugando con todo en ambos frentes, y por ahora los resultados lo acompañan. Claro que lo físico le puede pasar factura en cualquier momento. Con la pelota por el piso, rotando del medio en adelante, con la potencia de Silva y lo que aportan Moralez, Ramírez, Martínez y Ricki Álvarez, el Fortín sueña. Si la nafta le alcanza, es candidato a la doble corona.
Detrás de los velezanos están Olimpo, Estudiantes y Godoy Cruz. Los bahienses están realizando un extraordinario Clausura y si siguen sumando se alejarán de la zona roja del descenso y la Promoción. Jugar de igual a igual ante cualquiera es la fórmula de De Felippe. Y así, por ahora, todo es posible.
Estudiantes también, al igual que Vélez, se ilusiona con la Copa y el torneo local. La impronta que pregona Berizzo se nota, ya que el Pincha siempre es protagonista. En Bahía pasó del cachetazo a la euforia en un abrir y cerrar de ojos, aunque al final se aferró a un punto que le sirve.
Mientras, Godoy Cruz sigue en la conversión. Da Silva cambió poco y copió mucho del modelo Asad. Y los resultados le dan la razón. Le quitó el invicto a Argentinos en San Luis y ahora sueña con el Monumentalazo.
El que despertó tras una larga pesadilla fue Racing. Y cómo. Le dio una lección a Independiente y con un indescifrable Teo Gutiérrez se encamina en el torneo. Los de Russo amalgamaron piezas, consolidaron el rendimiento y recuperaron la memoria. ¿Se le dará esta vez?
Más atrás vienen Lanús, San Lorenzo, Argentinos, Colón, Independiente y Banfield. Por ahora estos equipos siguen siendo irregulares, aunque saben que acertando dos triunfos al hilo se meten en la conversación.
Diez fechas han pasado. La segunda parte del campeonato ya se vive. Por ahora la irregularidad cubre el torneo, aunque la emoción sigue a la orden del día.