A poco menos de un mes y medio antes de las elecciones presidenciales y virtualmente empatados en los sondeos previos, los dos principales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, se medirán hoy lunes en un cara a cara frente a las cámaras, el primer debate de tres, que tendrá como eje central la economía y la seguridad nacional. Este primer debate se desarrollará en la Universidad de Hofstra en Long Island, en el estado de Nueva York, comenzará a las 21 (22 en la Argentina) y será transmitido por las principales cadenas internacionales y a través de las redes sociales.
La esperada contienda televisiva, que la prensa estadounidense denominó “el debate del siglo”, se produce en momentos en que ambos candidatos cargan con la pesada mochila de la imagen negativa, así como con la responsabilidad de remontar las dudas que sobre ellos pesan: en el caso de Clinton –de 68 años– por su salud y confiabilidad, y en el de Trump –de 70 años– por su temperamento y capacidad para ser presidente.
La ex primera dama y el excéntrico magnate llegan a este primer test con un virtual empate, según el promedio de sondeos que publica cada día la consultora Real Clear Politics, que monitorea todo el proceso electoral.
El moderador elegido por la Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos, la institución no partidaria que organiza estos encuentros, será el presentador del noticiero nocturno de la cadena televisiva NBC, el popular periodista afroestadounidense Lester Holt, conocido por ser un ávido verificador de datos e información.
El debate se producirá luego de una convulsionada semana marcada por la violencia policial contra negros, tras los casos de Carolina del Norte (Charlotte) y Oklahoma (Tulsa), los ataques con explosivos en Nueva York y Nueva Jersey y el tiroteo en un centro comercial de Burlington, en el estado de Washington, hechos volcados rápidamente a la agenda de campaña y de los que ambos buscarán sacar provecho político.
El debate fue programado para coincidir con el 56º aniversario del primer debate presidencial televisivo que se realizó en Estados Unidos y que marcó un hito para las campañas electorales occidentales: el mano a mano entre un joven, bronceado y relajado John F. Kennedy y un sudoroso y nervioso Richard Nixon.