“Nuestra filosofía es que un chico dentro del club, es un chico menos en la calle”. De esta manera, el presidente Ronald Capra resume el sentido social y deportivo que desde hace 102 años persigue el Club Atlético Calzada. Una legendaria institución de la zona sur de Rosario, que a lo largo de una centenaria historia puede añorar con nostalgia las épocas de esplendor del pasado, inflar el pecho con orgullo en el presente por haber podido reinventarse tras salir de una crisis sin precedentes, y proyectarse a futuro con planificación y obras para beneficio de socios y vecinos del barrio Hospitales.
Actualmente, la sede social y deportiva de Calzada se sitúa en avenida San Martín 3042, entre calles Amenábar y Gaboto. “Estamos ubicados en un sector estratégico de la ciudad”, reconoció Capra. A esa altura, San Martín se transforma en un concurrido corredor comercial y recreativo de zona sur. De sencilla accesibilidad a través del sistema vial particular y del transporte público de pasajeros, para llegar del macrocentro y desde distintos barrios de zona sur.
El básquet es el deporte predominante en Calzada. “Con esfuerzo completamos todas las categorías para que nuestros equipos puedan participar en los campeonatos de la Asociación Rosarina”, sostuvo Capra. No obstante, también ofrece otras disciplinas como taekwondo y gimnasia femenina.
Calzada cuenta con 70 socios activos, mientras que cerca de 160 entre jóvenes y adultos abonan cuotas social y deportiva. “Somos un club con espíritu amateur. A la vieja usanza, acá todos juegan por la camiseta y por la amistad”, aseguró Capra. Para asociarse al club, la cuota social y deportiva asciende a 120 pesos, en tanto que los mayores pagan 100 pesos.
Sobre el piso de madera de estadio Feres Baclini (histórico dirigente de Calzada que falleció en Estados Unidos), se han acunado las ilusiones básquetbolísticas de tantísimas generaciones de jóvenes. “Nutrimos el primer equipo con jugadores surgidos en nuestras divisiones inferiores. Y aquellos jugadores que buscan progresar emigrando a otros destinos, siempre terminan volviendo al lugar de origen. Acá hay valores y respeto; enseñanza y compañerismo”, destacó.
En ese sentido, Capra también reconoció que en Calzada “deben generarse más actividades para las mujeres”. Y que para ello “el club necesita mayor infraestructura”. Así lo justificó: En nuestra gestión hemos realizado obras de desagües, construcción de vestuarios, remodelación de la secretaría, colocación de cartelería y del piso de goma eva en el salón de usos múltiples. Todo a través del aporte de los socios”.
Calzada fue el primer club de barrio de Rosario en recibir fondos provinciales por intermedio del Plan Abre, en un acto que se celebró en el 2014 que estuvo encabezado por el entonces gobernador Antonio Bonfatti y por la intendente Mónica Fein.
“Dos años atrás recibimos aportes a través del Plan Abre. Pudimos colocar el piso de madera en la cancha de básquet, que nos exigía la Asociación Rosarina para competir en sus campeonatos. Y también construimos los nuevos baños de damas, caballeros y discapacitados”, precisó Capra.
La comisión directiva proyecta nuevas obras en la institución de calle San Martín. “Tenemos el proyecto de ampliar la tribuna en donde se encuentra el viejo escenario, y de cerramiento de la cancha de básquet con blindex. Y el otro proyecto consiste en la construcción de una pileta climatizada que se ubicará arriba del buffet”, ambicionó el principal directivo del club.
Dentro de ese segundo proyecto, Calzada apunta a volver a situar el salón social en el inmueble de San Martín 3056 -del que es propietario y en donde actualmente funciona un supermercado-, reutilizar la zona del buffet como un salón de usos múltiples y construir el natatorio en el piso superior.
“Con la construcción del natatorio llegaremos a 400 socios y ofreceremos servicio de colonia de vacaciones y otras actividades. Planificamos una pileta moderna de 15 metros de largo por 8 de ancho, con otra pileta de 4 por 4 para chicos”, proyectó Capra sobre un club con pasado, presente y futuro.
Socio que es historia viviente
Miguel Ángel Barberis tiene 82 años y es historia viviente del Club Atlético Calzada. “Creí que no llegaba para estar presente en el centenario del club”, confió el socio que ha transitado toda su vida en la institución de calle San Martín.
Barberis fue jugador de básquet e integró aquel recordado equipo del 66 que logró el ascenso a primera división en la final contra Newell’s. “Antes no existía el gimnasio techado de básquet. Estaba todo al aire libre y el piso era de polvo de ladrillo”, rememoró.
Décadas atrás, el salón social de Calzada se situaba en San Martín 3056. “La fachada del club era en el salón donde actualmente se ubica el supermercado. Tiempo atrás estaban las mesas de billar y casín. Y detrás se ubicaba la cancha de bochas”, recordó Barberis.
Entre 50 y 60 años atrás, Calzada era reconocido por los populares carnavales, que se realizaban por el corredor de San Martín entre los bulevares 27 de Febrero y Segui, con la organización en conjunto con la Asociación de Comerciantes.
Por aquellas épocas, Calzada también era célebre por la organización de espectáculos musicales. De hecho por su escenario pasaron artistas como el cantante de tango Alberto Morán, el Trío Los Santos (año 64), y hasta el estadounidense Larry Wold (año 62). Lo mismo que Julio Elías Musimessi, el arquero cantor. Un 18 de junio de 1914 se produjo la fundación del Club Atlético Calzada, en honor al doctor Rafael Calzada, vecino de la zona y donante de unos terrenos en la calle España y Ayolas para que el club tenga su propia cancha de fútbol. Los primeros asociados fueron en su mayoría los empleados del Hospital Español y el color de la camiseta era toda verde con una franja roja. Con el correr de los años se cambió el verde por el negro. En la década del 20, Calzada participó de los torneos de fútbol de la Asociación Rosarina y tuvo grandes actuaciones. A principios del 30 se incorporó el básquet como una de las principales disciplinas y a fines del 38 el fútbol desapareció. Los años de gloria deportiva llegaron en la década del 50 cuando el equipo llegó a jugar una final con Central, en condición de local, en un partido que se disputó a estadio colmado. En 1966 el equipo consiguió el mencionado ascenso a primera. Tres años después, se consiguió el dinero y se compró la actual sede social, donde ya funcionaba el club, con la venta de unos terrenos y el aporte de algunos socios.
CALZADA LOGRÓ REFUNDARSE TRAS EL DESASTRE QUE LE DEJÓ EL BINGO DE LÓPEZ
Calzada logró salir del desastre económico cuando la comisión directiva canceló todas las deudas por los juicios laborales contraídos en tiempos en los que el bingo figuraba a nombre del club. “Fue un error poner el bingo a nombre del club”, lamentó Ronald Capra. Aquella casa de juegos, que permanecía bajo la sombra del ex presidente de Newell’s Eduardo López, dejó un tendal de deudas. La entonces presidente Laura Baratti se hizo cargo del desastre que había quedado. “Pasábamos todos los días en Tribunales. Tardamos cuatro años en pagar los cuatro o cinco juicios laborales de los empleados del bingo”, recordó Capra. “Pudimos dar vuelta la historia y ahora pensamos en positivo. Somos una comisión directiva de 18 integrantes muy comprometidos”, sostuvo el actual titular de Calzada sobre la conducción.