Ubicado en el corazón de barrio Parque, el Club Social y Deportivo Nueva Aurora, de Riobamba 2970, es una institución de referencia para los vecinos y vecinas de la zona. La entidad se destaca por la esencia deportiva y cultural que la caracteriza desde hace 80 años, así como por una fuerte impronta social, con sus instalaciones siempre listas y a disposición de todo aquel que las necesita.
“Nosotros, sea dirigentes o socios, tenemos siempre las puertas abiertas para la gente. Estamos para colaborar en lo que sea”, manifestó con firmeza y naturalidad Jorge Pfirter, presidente del Aurorita, nombre con el que se conoce al club en el barrio.
En ese sentido, señaló: «La línea que seguimos es que la función social está por encima de todo”, y agregó: “Este es un club con 80 años recién cumplidos, que recibe no sólo a vecinos sino además a todo aquel que quiera visitarlo”.
Jorge asumió la conducción de la institución el 24 de octubre del año pasado. «Ese día coincidió con mi cumpleaños, tuve un gran regalo”, contó con felicidad el dirigente de la institución antes de bucear por diversos temas referidos al club.
“Participamos de la vida del barrio sin cesar. También nos ayudamos mutuamente con la escuela República de Bolivia, que está en la otra cuadra. Nosotros cedemos nuestras instalaciones cada vez que las necesitan, y ellos nos ayudan cuando tenemos algún evento facilitándonos elementos como caballetes, tablones o sillas. Entre todos nos damos una mano”, dijo el presidente.
El club fundado el 30 de agosto de 1940 tiene vínculo directo también con dos bibliotecas de la zona, una de ellas la Biblioteca barrio Parque. Y las instalaciones del club están disponibles no sólo para los socios y socias que concurren a diario para practicar las diversas disciplinas que ofrece puertas hacia adentro.
Cuando la Municipalidad lo requiere, por ejemplo, la entidad siempre dice presente de manera espontánea.
“Sí, nos gusta trabajar y colaborar con todo lo que esté a nuestro alcance», afirmó sin dudarlo Pfirter, y ejemplificó: «El año pasado cedimos las instalaciones a la Muni, que instaló camas y brindó comida para las personas que estaban en situación de calle. Eso para nosotros es importante porque es una forma de darle una mano a quienes más lo necesitan”.
Crisis y recuperación
Aurorita es otra de las instituciones rosarinas que padeció los coletazos de la crisis de los 90. El club naufragó en deudas y el porvenir de la institución era incierto. Pero salió a flote merced a la tenacidad de un grupo de vecinos, vecinas, socios y socias que se pusieron el club al hombro y lograron recuperarlo luego de un arduo transitar.
Después llegó la otra etapa, “la de poner los papeles en regla”. La Secretaría de Deporte y Turismo municipal estuvo presente y “por suerte logramos regularizar la situación», acotó el presidente. «Eso nos posibilitó acceder a algunos beneficios como el Plan Abre, que realizó el playón, algo que hoy en día es fundamental para los chicos y chicas que concurren al club”, resaltó.
“Desde hace diez años a esta parte crecimos mucho. Las anteriores comisiones directivas realizaron un gran trabajo. El club hoy en día es otra cosa. Está totalmente cambiado. Nos falta espacio físico, pero pudimos mejorar en todo lo que tenemos”, expresó Jorge con orgullo y marcado sentido de pertenencia.
Además, recordó que el año pasado firmaron un convenio con la Fundación Messi, y amplió: «Nos harán un salón principal en la planta superior del espacio que está por calle Suipacha. Por la pandemia se frenó, pero es un lindo proyecto que será muy bien aprovechado porque podremos agregar actividades”.
Con respecto a las disciplinas que ofrece la institución, se destacan patín carrera, patín artístico, taekwondo, gimnasia localizada y rítmica, además hay un gimnasio para realizar musculación, beisbol, futsal y handball.
Para este año estaba proyectado emplear yoga para chicos y adultos, y clases de teatro, pero los planes tuvieron que ser postergados por la situación sanitaria.
“Esperamos y confiamos en tener todo eso y más actividades para el año que viene porque siempre buscamos crecer y ofrecer más servicios a los vecinos”, apuntó Jorge con esperanza.
El presidente de Nueva Aurora dijo que “el promedio de socios oscila los 400″, aunque «en esta época bajó, por supuesto”. También puntualizó: “Cuando realizamos los carnavales o fiestas de fin de año recibimos a casi 700 personas», e indicó: «El club es conocido además por los carnavales que organizamos. No sólo está destinado al barrio, vienen de todos lados y eso marca que abrimos las puertas de nuestra casa a todo aquel que quiera entrar”.
Otro tema a destacar es el rol de la mujer en Aurorita. “Nuestra comisión directiva tiene muchas chicas porque valoramos la mirada que tienen por naturaleza. El trabajo que hacen es muy importante y esencial”, sostuvo el presidente con convicción.
Festejo y regreso con protocolos
El club debió celebrar sus primeros 80 años de vida de una manera particular, teniendo en cuenta la imposibilidad de realizar grandes eventos a raíz de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, Jorge sostuvo:
“Estuvo buenísimo, pese a que tuvimos que celebrarlo armando una gran caravana de autos porque por cuestiones protocolares de sanidad no pudimos reunirnos o armar algo lindo como teníamos en mente».
«La gente nos acompañó el 30 de agosto pasado y recibimos el apoyo de los vecinos o peatones que nos veían al pasar tocando bocinas. Cuando se levanten las restricciones seguramente podremos juntarnos y lo conmemoraremos como corresponde”, aseguró.
Como ocurrió con muchas instituciones, la pandemia dejó algunas secuelas económicas en el club. “Como el club estaba cerrado hicimos un gran locro en julio y una pollada el mes pasado para recaudar fondos para poder afrontar al menos los gastos fijos que tenemos. Y la gente nos acompañó”, remarcó Pfirter.
El dirigente comentó que “por suerte ahora estamos reactivando casi todas las actividades y el club volvió a tener brillo propio», y aclaró: «Hacemos muchísimo eje en el tema de cuidados porque priorizamos la salud de todos por encima de cualquier cuestión”.
“En ese sentido nos aseguramos de que todos cumplan con el protocolo sanitario a rajatabla. Tenemos un playón abierto donde podrían entrenar 50 chicos y sólo lo hacen 10 como máximo”, subrayó.
Por último, Pfirter ratificó que “la esencia de Nueva Aurora es la faz social», y concluyó: «Hacemos eje en eso como primera medida. A eso le sumo que las puertas de nuestro club siempre están abiertas a la comunidad. Y creo que lo demostramos”.