Luego del vaciamiento sufrido durante el neoliberalismo, que los dejó en ruinas y a la deriva, poco a poco los clubes de barrio se vuelven a llenar de participación. En este contexto de recuperación, el rol activo y presente de un Estado que asesore, facilite y distribuya recursos, se vuelve un factor fundamental. Es así que al día de la fecha, entre 50 y 60 clubes son beneficiados por el Presupuesto Participativo, otros 18 reciben subsidios del Consejo Provincial del Deporte, y tan sólo 3 aprovechan las líneas de financiamiento con facilidades que otorga el Banco Municipal en consonancia conla Secretaríade Promoción Social.
Encuadramiento y subsidios
“En Rosario hay alrededor de 350 clubes. La mayoría ha tenido una recuperación importante. Los que durante los ‘90 quedaron prácticamente vacíos, hoy tienen actividad plena”, describe Oscar González, coordinador del área Atención a Clubes dela Subsecretaríade Deportes municipal, dependiente de Promoción Social.
Para el funcionario, es necesario que el Estado ayude a normativizar estas instituciones deportivas, puesto que su rol social es fundamental: “Muchos de los clubes son de fútbol infantil, que generan un espacio de contención para los chicos, por lo que los ayudamos para que se encuadren dentro de las ordenanzas. Para que el club realmente sea un club, que no genere solamente la actividad deportiva sino que sea una asociación civil sin fines de lucro, deben estar dentro de la ley. Para nosotros son entidades regidas democráticamente, que eligen sus autoridades en asamblea, pero que también cumplen normativas”, explica.
Además, precisa González, “desdela Municipalidadse asesora a los clubes para que reúnan la documentación que les permita recibir subsidios provinciales, a través del Consejo Provincial del Deporte”. Esto, según su relato, modificó una realidad histórica en Rosario: “Esos subsidios que se hacen con aportes de capital privado, por los que una empresa se exime de pagar ingresos brutos, siempre estaban destinados a los mismos 5 o 6 clubes. Este último año logramos que 18 instituciones lograran acceder”
Pero el Estado no sólo interviene como asesor jurídico en situaciones donde los clubes están flojos de papeles, sino que también propone instancias de formación para quienes llevan adelante la gestión de los mismos: “Venimos trabajando en talleres de capacitación para dirigentes deportivos, conjuntamente conla Escuelade Administración Municipal. En el que realizamos el año pasado participaron 30 clubes, con buenas repercusiones”.
Crédito
Dentro del abanico de posibilidades, otra de las formas en las que el Estado puede aportar al crecimiento de estas instituciones sociales y deportivas es a través de la facilitación de crédito. En este sentido, a fines de 2010 el Banco Municipal lanzó, junto conla Direcciónde Clubes dela Subsecretaríade Deportes, líneas de financiación para los clubes de la ciudad. Los créditos, aún en vigencia, apuntan al fortalecimiento de instalaciones e infraestructura a partir de proyectos aprobados porla Subsecretaría, cuya concreción es luego financiada por el Banco en hasta 48 meses. Los préstamos, de hasta 100.000 pesos, son a tasa fija.
El proyecto es a su vez otra manera de incentivar el fortalecimiento institucional de los organismos, por lo cual se financian clubes con personería jurídica al día. Pero los resultados, hasta el momento, no han sido los que se esperaban. Ana María Bonopaladino, Subgerente General del Banco Municipal, lo detalla: “Lamentablemente no hubo muchos créditos dentro de esta línea, sólo fueron 3 los beneficiarios. Por eso alentamos a los clubes a que se acerquen al banco para interiorizarse en el tema”.
Oscar González especifica dos casos en particular: “Los créditos fueron muy bien utilizados por clubes como Libertad o Unión y Progreso. En Libertad lo usaron junto a fondos propios para hacer vestuarios y baños nuevos para el sector del natatorio climatizado. En el caso de Unión y Progreso construyeron el piso de parquet que les exigíala Asociación Rosarinade Básquet para participar en el torneo de Primera División. Lo supieron aprovechar”, destaca.
Un rol clave para la inclusión social
“El club, en su rol de inclusión social, es clave como institución barrial, al igual que la vecinal. No es lo mismo un barrio que tiene un club, que aquel que no lo posee”, define Jorge Elder, secretario General dela Municipalidad, quien tiene a su cargo la descentralización del municipio. En su opinión, la creación dela Direcciónde Clubes “tuvo que ver con potenciar su existencia, normalizar su funcionamiento agilizándoles los trámites de personería o exención impositiva, y ayudarlos con el Plan de Fortalecimiento de Clubes de Barrio”.
Precisamente es este último punto uno de los más importantes en cuanto a crecimiento de beneficiarios. De los 350 clubes que existen en la ciudad, ya son entre 50 y 60 los favorecidos por las elecciones del Presupuesto Participativo, un número que crece año a año en cuanto a presentaciones de proyectos por parte de los clubes, siempre con amplio apoyo de los vecinos al momento de elegir el destino de los fondos. El Plan de Fortalecimiento reparte entre 150 y 200 mil pesos por distrito entre los clubes de barrio con proyectos votados por los vecinos, lo que posibilita a las instituciones obtener acceso a infraestructura y material deportivo.
Si bien los clubes están recuperándose, el secretario General del municipio admite que “cuesta la participación, como cuesta la participación permanente en cualquier institución, comisiones vecinales, cooperadores escolares, etc. De cualquier manera, el Estado puede y debe ayudar a que sigan creciendo”, remata.